Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024: «Cervantes era un pringado genial, no ganó ningún premio»

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

CULTURA

El escritor Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024.
El escritor Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024. J.J.Guillen | EFE

El autor, galardonado en reconocimiento a su amplia trayectoria, asegura que gastará los 125.000 euros con «parsimonia»

13 nov 2024 . Actualizado a las 17:22 h.

Álvaro Pombo fue galardonado este martes con el Premio Cervantes 2024. Este miércoles, en declaraciones a medios en la sede de la RAE, ha asegurado que Cervantes era un «valiente y un pringado» porque «no ganó ningún premio» y le plagiaron la segunda parte de El Quijote, a pesar de «su talento y su gracia».

Del escritor también ha apuntado que «él no tuvo ningún premio. El asunto divertido es que Cervantes no tuvo ningún premio. Le plagiaron la segunda parte del Quijote. Estuvo en la cárcel. Cervantes era un pringado genial. Un pobrecillo. Solo tenía el talento, la gracia y esa especie de humor».

«He llegado de milagro por culpa de esta dana», ha indicado en la rueda de prensa, a la que llegó en silla de ruedas. Sobre el premio, ha reconocido que está «contento» por recibir el Premio Cervantes, un «hermoso» galardón, y ha elogiado a la lengua española por ser un idioma «diverso, solemne y a la vez cómica y rápida». «La lengua española es una lengua de muchas patrias, no solo la castellana. Es el don de lenguas», ha indicado. «Es una lengua poética en el sentido de los grandes poetas que ha habido y hay en España», ha remarcado.

Premiado, entre otras consideraciones, por su humor e ironía, Pombo también hizo referencia a este recurso en sus palabras de este miércoles: «La ironía cervantina es no tenérselo creído. No es un sentimiento primario, es secundario». Sobre ella ha advertido que puede ser «mortal para el irónico, porque también es no tomar nada en serio. Eso es mortal. Por eso es un arma de doble filo. La frase de no tenérselo creído es muy importante porque lo que sale es un producto reflexivo», ha declarado, añadiendo que escribir es «complicado» porque «tardas mucho en las novelas» y porque se tiene que leer «muchas cosas». «Nunca terminas de estar satisfecho», ha subrayado.

Sobre el discurso que pronunciará cuando recoja el galardón, el próximo 23 de abril, Pombo ha asegurado que se va a centrar en «la fenomenología de la fragilidad» de Cervantes, centrándose en El licenciado Vidriera porque es una novela «ejemplar» del autor. Además, se ha declarado admirador de la teología y de la filosofía clásica de Platón, aunque también sigue y lee a Jean-Paul Sartre. «Aunque me gusta la filosofía, yo no soy un filósofo. Soy un narrador», ha sentenciado.

Considerado uno de los renovadores realismo subjetivo, el escritor recibe el Premio Cervantes por «haber creado un universo propio utilizando el humor como reflejo de la realidad». También se ha valorado en el fallo que su obra «indaga en la condición humana desde las perspectivas afectivas de unos sentimientos profundos y contradictorios. En sus creaciones muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y del humor». De su prosa se destaca que la «oralidad se refleja en la voluntad de un estilo que aspira al "escribo como hablo" valdesiano». 

El escritor de La fortuna de Matilda Turpin anunció que está escribiendo «sobre las guerras africanas, sobre Annual y sobre el general Silvestre» porque, aunque nunca se ha tomado en serio «ni la ficción ni la historia», la historia de España cada vez le pesa más.

A sus 85 años, gastará el dinero del premio con «parsimonia»

El Premio Cervantes conlleva un premio en metálico de 125.000 euros, y al respecto, Pombo ha bromeado diciendo que lo va a gastar con «parsimonia» porque es un premio «muy bueno» y «va a ser lo último» que gane. «El dinero se va y se va. Se va en las tarjetas, en el pescado, en la plaza, pero no en los vicios. Para gente modesta como yo, el dinero se va, se ríe de mi. Nunca he tenido mucho ni poco», ha manifestado.

En ese sentido, ha reconocido que el dinero «no cunde» y en ocasiones «no llega para todo el mes». «Mi madre decía que sería un manirroto de viejo, pero eso no es verdad. Es que no llega el dinero para todo el mes. No cunde. Este premio espero que cunda porque es lo último que voy a ganar», ha dicho entre risas, a lo que ha añadido que este es «un tema importantísimo y clásicamente castellano, de hidalgos y de labriegos, de manirrotos y tacaños».