La Fundación Torre-Pujales y el Museo de Arte Contemporáneo Costa da Morte dedican una exposición a su obra
18 ago 2024 . Actualizado a las 00:58 h.Un hombre ilustre recordado en su tierra natal. En la localidad de Corme, en el municipio de Ponteceso, se le rinde homenaje este verano al pintor Manuel Pailós (1918-2004), una iniciativa de la Fundación Torre-Pujales y del Museo de Arte Contemporáneo Costa da Morte (Maccmo), con más de dos decenios de férreo empeño en acercar lo mejor de la cultura al mundo rural. El tributo de este estío responde al 20.º aniversario del fallecimiento del artista, que emigró a Uruguay siendo un niño.
En 1991, cuando la Xunta le preparó una exposición en La Casa de la Parra, en Santiago, él mismo acudió no solo a la muestra, sino a Corme, deseoso de ver la aldea que lo vio nacer. Ahora, el pueblo rinde reconocimiento a quien fue discípulo del gran artista de Montevideo Joaquín Torres García (1874-1949). Pailós siguió sus enseñanzas, aunque imprimiendo libertad, rebajando rigidez y apostando por un colorido variado y vibrante, con predominio del amarillo frente a los tonos más terrosos que empleaba el maestro. Así lo recordaba estos días Encarnación Pisonero, patrona de la Fundación Torre-Pujales.
¿Cómo era la pintura de Pailós? Por fortuna, decenas de niños de Corme lo saben ya, porque dentro de este tributo se ha llevado a cabo un taller impartido por tres artistas plásticas, Jesusa Quirós, Mesa Drake y Carlota Cuesta. Una selección de los dibujos infantiles integra, de hecho, una de las iniciativas centrales del homenaje al pintor, una exposición abierta el 9 de agosto y visitable hasta el 15 de septiembre en el museo cormelán.
La muestra organizada por el Maccmo da cabida también a obras originales —cedidas por la escritora uruguaya Mercedes Rosender—, reproducciones aportadas por el Museo Ralli de Marbella y la Galería de las Misiones uruguayas con sede en Menorca. Incluye la exposición, asimismo, cerámicas hechas en Buño «a la manera de Pailós» por varios artistas plásticos, así como obra propia de los gallegos Soledad Penalta, Ánxeles Penas, Darío Basso, Roberto González, José Antonio Ozores y el cormelán Santi Collazo. Once poetas, entre ellos César Antonio Molina, Marifé Santiago Bolaños, María Ángeles Pérez, Olga Patiño y José Luis Zerón, suman versos a la propuesta.
Igualmente, como parte del tributo en Corme, merece destacarse una mesa redonda sobre la obra y la figura de Pailós, con la participación de Rosender; la conservadora del Museo Ralli, Silvia Sánchez; el galerista José de la Mano; la crítica uruguaya Emma Sanguinetti, y la propia Pisonero. Para encuadrar el arte del cormelán, baste decir que en el taller de Torres García no solo se enseñaba dibujo, pintura, escultura o cerámica, sino también literatura, filosofía y matemáticas. Se pretendía «un arte total», y los discípulos formaron lo que se conoce como La Escuela del Sur: ahí estaba el pontevedrés Leopoldo Nóvoa (1919-2012).
Varios tomaron la dirección del taller de Torres a la muerte del maestro y, siguiendo el llamado universalismo constructivo, la mantuvieron hasta 1967. El peso artístico de Manuel Pailós se celebrará este verano en Corme, además, con la colocación de una placa en su casa natal; al encuentro acudirá el cónsul Ramiro Rodríguez.