Escritores superventas como John Grisham, George R. R. Martin o Michael Connelly estallan contra el ChatGPT
CULTURA
Demandan a OpenAI por quebrantar sus derechos de autor al entrenar con sus obras a los sistemas de inteligencia artificial
21 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un puñado de grandes autores estadounidenses de «bestsellers» se ha alzado contra la inteligencia artificial (IA) y sus presuntos abusos. Un sindicato profesional en el que figuran escritores como John Grisham, Jonathan Franzen, George Saunders o George R.R. Martin, autor de la saga de Juego de tronos, ha demandado a OpenAI ante un tribunal federal de Manhattan. Acusan al gigante digital de entrenar «ilegalmente» con sus obras a su popular chatbot ChatGPT basado en inteligencia artificial.
Otros autores que respaldan la demanda son el escritor de intriga y novela policíaca Michael Connelly, autor de El abogado de Lincoln, y los novelistas y abogados David Baldacci y Scott Turow.
La demanda se presentó el martes por Authors Guild, una asociación de autores estadounidenses, y se suma a otras presentadas en solitario por escritores, propietarios de código fuente y artistas visuales contra proveedores de IA generativa. Además de OpenAI, respaldada por Microsoft, están pendientes de la resolución de demandas similares contra Meta, Platforms y Stability AI por el uso de originales para entrenar a sus sistemas de IA.
OpenAI y otros demandados afirmaron que el uso de textos de entrenamiento extraídos de internet se considera «legítimo» en virtud de la actual legislación estadounidense sobre derechos de autor. Reuters recoge que Mary Rasenberger, directora general de Authors Guild, declaró que los autores «deben tener la posibilidad de controlar si la IA generativa utiliza sus obras y cómo lo hace para preservar nuestra literatura».
La demanda de Authors Guild afirma que los conjuntos de datos utilizados para entrenar al gran modelo lingüístico de OpenAI y que pueda responder a las indicaciones humanas incluían textos de los libros de los autores «que podrían haber sido tomados de repositorios ilegales de libros pirateados en internet».
Según la denuncia, ChatGPT generaba resúmenes precisos de los libros de los autores cuando se le demandaba, lo que a juicio de los demandantes «indicaría que su texto figura en su base de datos». Los demandantes expresan su creciente preocupación ante la posibilidad de que los autores pudieran ser sustituidos por sistemas como ChatGPT «que generan libros electrónicos de baja calidad, haciéndose pasar por autores y desplazando a los libros escritos por humanos».