El CGAC recorre 30 años de la pintura que se expande más allá del marco de Almudena Fernández Fariña

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La artista Almudena Fernández Fariña, este viernes en el CGAC.
La artista Almudena Fernández Fariña, este viernes en el CGAC. XOÁN A. SOLER

La muestra abarca desde sus primeras obras de la década de los 90 hasta sus trabajos más recientes

03 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nunca tiven medo aos cambios», afirma la artista Almudena Fernández Fariña (Vigo, 1970). Sus palabras quedan patentes al recorrer sus 30 años de trayectoria a lo largo de la primera planta del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC). De esas primeras pinturas a mediados de la década de los 90 y su inicial acercamiento a otras disciplinas como la fotografía, la cerámica o el ensamblaje, hasta sus más recientes trabajos en los que muestra la realidad material de la pintura, donde lo que se ve es el marco, la parte trasera del lienzo. «Na miña evolución hai unha despreocupación polos resultados formais e un interese por investigar, por experimentar, e non só coa pintura», resume la artista que protagoniza la exposición que cada año desde el 2016 el museo de arte contemporáneo compostelano dedica a un artista gallego de media carrera.

En Almudena Fernández Fariña. Pisando charcos, que puede verse hasta el 10 de septiembre, la obra pictórica de la artista viguesa no solo dialoga con otras disciplinas, como la cerámica o el ensamblaje, sino también con otros artistas, como es el caso de Joan Hernández Pijuan, Aurèlia Muñoz, Rosemarie Trockel y Guillermo Mora, entre otros. «Son artistas que me axudan a entender o meu pensamento, a abrir lecturas», afirmó Almudena Fernández Fariña, que perteneció a la primera promoción de la Facultade de Belas Artes de Pontevedra, donde también imparte docencia desde el año 2000. 

En esa retrospectiva de Almudena Fernández Fariña, uno de los objetivos fue «destacar aspectos que permanecen ocultos para achegar lecturas máis alá das formalistas», apuntó la comisaria, Susana Cendón. En este caso, puso énfasis en el «subtexto feminista» que subyace en la obra de la creadora viguesa. Una cuestión que queda muy patente, por ejemplo, en alguno de los cuadros de la reciente serie Signos e ornamentos, donde la protagonista de una de las obras es el personaje de Pitufina. «Todos os pitufos teñen identidade, pero ela non a ten. Entón, iso representa para min o que foi a muller na historia da arte: unha excepción», destacó ayer la artista. También queda reflejado en la serie Alicia, donde la artista interpreta en lienzos los libros de Lewis Carroll por ese interés «por esa nena empoderada»

El papel del espectador

Otro de los aspectos que toma relevancia a lo largo del recorrido expositivo es el espectador, que juega un papel activo al interpelarlo. «É interesante como a práctica pictórica de Almudena Fernández Fariña vai máis alá do cadro, do lenzo, é propón unha cuestión moi inmersiva, unha inmersión visual e corporal», resalta el director del CGAC, Santiago Olmo, sobre una artista que entiende la pintura como una práctica en permanente definición.

La retrospectiva que parte del libro realizado con fragmentos de obras que fue desechando y concluye con la parte trasera de un cuadro con pintura que se desparrama tendrá continuidad a principios de julio, tal y como recordó el director xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, con una intervención de la artista en el hall del CGAC formando parte de los actos del treinta aniversario del museo de arte contemporánea.