Viaje a la alegría por la senda mágica de Cunqueiro

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

CULTURA

Álvaro Cunqueiro (Mondoñedo, 1911-Vigo, 1981).
Álvaro Cunqueiro (Mondoñedo, 1911-Vigo, 1981).

Ediciones 98 publica en castellano «Os outros feirantes», «As crónicas do sochantre» y «Escola de menciñeiros e fábula de varia xente»

15 may 2023 . Actualizado a las 13:32 h.

«Les animo a leer a Cunqueiro porque hacerlo alegra la vida». Así lo proclama Jesús Blázquez, director de Ediciones 98 y responsable de la publicación en castellano de tres de las principales obras en gallego del genial escritor —Os outros feirantes, As crónicas do sochantre y Escola de menciñeiros e fábula de varia xente—, traducidas al español, lengua que concentra el 80 % de la prolífica producción del autor mindoniense.

En tiempo de incertidumbres, la prosa mágica de Cunqueiro se reivindicó esta semana en la Casa de Galicia en Madrid como una pócima, un bálsamo vital. No en vano, su particularísimo universo creativo, donde muertos y vivos, realidad y metáfora conviven en un imaginativo ecosistema, llevó a Gabriel García Márquez a asegurar —en una visita a Santiago tras ganar el Nobel, como recordó Blázquez— que era a Cunqueiro (y no a él) a quien debían haberle dado el premio de la Academia Sueca.

A acercar su obra al lector español que aún no la ha descubierto responde la edición de Escuela de curanderos y fábula de varia gente, Los otros feriantes y Las crónicas del sochantre, a las que próximamente seguirán otras como Xente de aquí e de acolá, con la que se cierra el ciclo de las Terras de Miranda y con la que —dijo el editor— está «reivindicando a Cunqueiro, su obra y su trascendencia universal, ya que habla de la condición humana, de las preocupaciones, de los sueños... y lo hace con humor». También traducirá su archifamosa novela Merlín e familia.

La sede de la Xunta, convertida en los últimos nueve meses por el tándem que forman Juan Serrano y Javier Vázquez en foco de vida cultural, gastronómica, social y de promoción económica con apellido gallego en Madrid, devolvió el protagonismo al escritor nacido en Mondoñedo en 1911. El encuentro llevaba por título un expresivo «Cunqueiro por Cunqueiro. El rescate de sus obras». Porque fue César Cunqueiro —poeta e hijo del escritor— el que ejerció de guía para el auditorio, acompañándolo por los orígenes del universo mágico del padre. «Fue un pequeño burgués de provincias, con una vida llena de rutinas. Por lo que su auténtica biografía tiene que ser literaria», arrancó su hijo para definirlo después como «un Mozart de la literatura», por una vasta producción que hunde sus raíces en cinco mundos: la cultura y la mitología griegas, abiertas a lo milagroso; la sociedad medieval, envuelta en lo maravilloso y donde «los milagros ocurren constantemente»; un mundo repleto de brujas, alquimistas y con la presencia de Satán; la abundancia de metáforas de las sagas escandinavas; y, por último, la poesía china, también fértil territorio de lo metafórico.

Igualmente, reflexionó sobre el reto al que se enfrenta la sociedad, con la desaparición de las cartas e incluso de la palabra con la eclosión de lo digital, algo que su padre anticipó y frente a lo que defendió el poder de la metáfora: «El paraíso de la imagen está en el texto».

«Eu volverei, compañeiros». Estas palabras de Cunqueiro cobraron sentido porque, como guinda del encuentro, su nieta, Leticia, fue la encargada de descubrir la placa con el nombre de su abuelo en una de las tres salas de exposiciones de la Casa de Galicia. Hasta la llegada de Juan Serrano a la dirección se denominaban A, B y C. Ahora, han sido rebautizadas como Emilia Pardo Bazán, Camilo José Cela y Álvaro Cunqueiro. Esta última, Serrano pretende dedicarla a acoger una muestra permanente de productos gallegos no perecederos. Anillo al dedo para el apasionado gastrónomo que fue Cunqueiro.

Un espacio de realismo mágico

De hecho, la propia Casa de Galicia -el palacete ubicado en el corazón cultural de la ciudad, al costado del Museo del Prado y de Los Jerónimos- ha gestado en los últimos nueve meses un microcosmos de realismo tan mágico como el universo literario del genio mindoniense. En su nutrida agenda conviven desde exposiciones (pintura, fotografía, instrumentos musicales, trajes o escultura) a todo tipo de eventos en los que mostrar las múltiples caras de la comunidad, que van más allá de las más conocidas gastronómica o turística.

Como demostración práctica, en las últimas semanas la sede madrileña de la Xunta ha acogido desde un cocido de Carnaval con el que promocionar la excelencia de la raza autóctona do porco celta, una multitudinaria degustación de filloas á pedra o las foodtrucks en las que descubrir que Galicia sabe aMar, además de congresos como la Feria de la Salud organizada por la Asociación de Médicos Gallegos en Madrid (Asomega) o la presentación del polo aeroespacial de Rozas, con el que la comunidad quiere captar inversión y mostrar las ventajas de la colaboración público-privada en el desarrollo de proyectos dinamizadores de la economía.