«El exorcista del papa», a por el diablo, en escúter

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

Fotograma del filme «El exorcista del papa».
Fotograma del filme «El exorcista del papa».

Un carrusel de efectos atosiga la media hora final de la cinta hasta extremos delirantes, pero lo cierto es que el filme va como un tiro

20 abr 2023 . Actualizado a las 09:04 h.

Tomarse en serio que el personaje de Russell Crowe responda al perfil real del mítico exorcista italiano Gabriele Amorth (1925-2016), que trabajó para el Vaticano y parece que se enfrentó a Satanás en centenares de ocasiones, sería como pretender que las vacas volaran o una gallina cantara La traviata. En absoluto. La estrella neozelandesa coincide con aquel en vestir hábito y crear un tipo soberbio al que, además, añade el dato cachondo de pasearse en un escúter, a sugerencia propia después de ver y comprobar que era un medio de transporte muy popular entre el sacerdocio romano.

Realmente la película El exorcista del papa se beneficia de un cuidado registro del actor, omnipresente en el trabajo y realmente creíble en su papel de azote de Satanás, aquí de origen español y respondiendo al nombre de Asmodeo por tierras de Segovia y remontado a los tiempos de la Inquisición. Eso y el impagable Franco Nero en el papel de santo padre son un regalazo por parte del director australiano Julius Avery, que se pierde por el cine de terror truculento.

De truculencia va sobrado este artefacto hábilmente vendido como basado en algunos casos de Amorth, lo que ha levantado un cabreo supino en el propio Vaticano y en la asociación internacional que congrega a quienes se las ven a diario con don Lucifer y sus sucedáneos por todo el mundo. Una hábil campaña de márketing que al menos sirvió para que la película no se pierda en el revoltijo semanal de estrenos, que en eso ya volvemos a tiempos prepandémicos, aunque el público todavía no acude a las salas como entonces.

Si el trabajo de Crowe garantiza que la trama no se venga abajo, la escenografía y los golpes de efecto son los propios del género desde que la variante de diablos enfurecidos llegó al cine con la ya mítica El exorcista (1973), que, a tenor de todo lo aparecido después, acrecienta sus méritos formales por la vía de un realismo que aquí ni está ni se le espera. Todo al contrario, un carrusel de efectos atosiga la media hora final de la cinta hasta extremos delirantes, seguramente muy del gusto de fanes del formato. Nada que no hayamos visto, cierto, pero va como un tiro.

«THE POPE’S EXORCIST»

Estados Unidos, Gran Bretaña, España, 2023.

Director: Julius Avery.

Intérpretes: Russell Crowe, Alex Essoe, Daniel Zovatto, Peter DeSouza-Feighoney, Franco Nero, Laurel Marsden, Cornell John, Bianca Bardoe, Ryan O’Grady, Santi Bayón, Paloma Bloyd, Alessandro Gruttadauria, River Hawkins, Jordi Collet, Carrie Munro.

Terror.

103 minutos.