El Liam que tuvo y retuvo

CULTURA

Liam Gallagher
Liam Gallagher Sandra Alonso

El excantante de Oasis ofreció en la segunda jornada de O Son do Camiño un buen concierto que hizo viajar en el tiempo a una audiencia sedienta de nostalgia de la era brit-pop

18 jun 2022 . Actualizado a las 16:04 h.

Después de ver pasar por el mismo escenario a Justin Quiles, con una juventud entregada al baile, lo latino y la fiesta (¡pero, ojo, vaya fiesta!), tocaba recordar el haber sido joven en los 90 por parte del público más adulto del festival. El I'm The Resurrection de The Stone Roses saludaba por los altavoces. Las primeras filas se llenaban de cuarentones con gorros de dominguero, camisetas del Manchester City y el claro signo de la nostalgia de lo que fue y, durante una hora y pico, volvió a ser.

Liam Gallagher, el excantante de Oasis, se encargó de ello, como si tres décadas no hubiera pasado. Con un aspecto que no acusa el paso del tiempo para nada y la misma actitud de macarrita sobrado de siempre, se plantó en el escenario. Cantó Hello e hizo un clic inmediato. Aquello era lo más parecido a su exbanda que se puede escuchar hoy en día. Sonaba a cuarto y mitad de gloria. Y si inmediatamente se enlazaba con Rock n' Roll Star —con todas sus fibras nerviosas intactas—, dejaba claro que merecía la pena estar ahí en un desvío temporal pretérito.

Respaldado por una banda muy competente, con tres guitarrista y tres coristas, Liam equilibró pasado y presente. En el primer tramo se marcó Everything's Electric, de su último trabajo, que enganchó. Pero, como era previsible, la mayor parte del público se encontraba a otra cosa. Por eso incluso el propio cantante dijo: «Una nueva canción, lo siento», antes de interpretar la estupenda Diamond In The Dark. O la cosa se dispersó cuando le dió a la balada, con I Remember How You Used To Shine.

Son temas que poco pueden hacer frente a la historia, pegada y emociones del repertorio de Oasis. Por ello, cuando sonó Slide Away, la audiencia se suspendió en una nube eléctrica maravillosa. Por ello, cuando apeló a Wonderwall, surgió ante todos aquella maravillosa melodía omnipresente tiempo atrás. Por ello, cuando al final el cantante preguntó al público si se iba o tocaba Cigarettes & Alcohol, se abrazaron al sí, estirando el placer un poco más. Justo antes de que en el escenario contiguo Duki les recordase que todo eso forma cada vez más parte del pasado. Sí, pero ¡qué bien sienta volver él de vez en cuando!