El rastro de la infancia coruñesa de Picasso, a través de 120 obras

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Belas Artes acogió en el 2015 una exposición sobre el Picasso coruñés.
Belas Artes acogió en el 2015 una exposición sobre el Picasso coruñés. César Quian

Una muestra, que se abrirá el 23 de marzo en el Museo de Belas Artes, analiza la trascendencia de la etapa de formación del pintor, una iniciativa en conmemoración del 50.º aniversario de su fallecimiento

11 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Que queda daquel artista adolescente no seu denso proxecto secular que, segundo John Berger, xa de neno recoñecía o seu xenio e estaba fascinado pola súa propia creatividade, á que concedía un valor maior que o creado? Debuxou Picasso o futuro na súa mítica e nunca esquecida cidade do vento e da choiva, tomando como punto de partida unha arte plástica xurdida da maxia e da infancia?». Antón Castro no dio nada por sentado en la presentación este viernes en A Coruña de la exposición Picasso, branco no recordo azul, con la que Galicia se suma al programa oficial del 50.° aniversario de la muerte del pintor, organizado por los gobiernos de España y Francia, y calificado como el mayor acontecimiento picassiano en el último medio siglo.

La muestra, promovida por la Consellería de Cultura y comisariada por el propio Castro, por Malén Gual, conservadora del Museo Picasso de Barcelona, y por el periodista Rubén Ventureira, reunirá en el Museo de Belas Artes entre el 23 de marzo y el 25 de junio cerca de 120 obras (entre ellas, una naturaleza muerta con gaiteiro pintada en París en 1913) prestadas por 35 museos, coleccionistas y la propia familia para analizar la trascendencia de la etapa coruñesa (1891-1895) —cuatro años en los que Picasso asume su condición de artista— en la formulación estética y conceptual que desarrollará hasta su muerte, a los 91 años.

Imposible sin Galicia

«É unha exposición de tese na que pretendemos facer preguntas sen dar respostas nin certezas», señaló el comisario sobre el montaje ya preconizado en el 2015 por la muestra O primeiro Picasso, en la que se dio a conocer la producción coruñesa y se esbozó la importancia de este período crucial para que Picasso llegara a ser lo que fue, según John Richardson y Josep Palau i Fabre, sus biógrafos más reputados. «Picasso sería imposible sen Galicia», corroboró Castro.

Fortalecido por un sentimiento de libertad y confianza en sí mismo, «con la autoestima superreforzada», Picasso descubre en su adolescencia gallega su interés por la naturaleza y el paisaje; el compromiso moral (que 40 años lo llevará a pintar el Guernica) a través de la figura del progresista Ramón Pérez Costales; la pulsión del erotismo, expresado en insistentes dibujos en las páginas de sus libros escolares; el género del retrato, del que tomó el ejemplo de Isidoro Brocos, su maestro compostelano; y también la escritura, faceta que exprimió en sus periódicos Azul y Blanco y La Coruña, que lo llevó a aprender a captar la realidad en una doble dimensión de imagen y palabras.

Un verso suyo de 1935 en el que es su infancia la que habla brindó a los comisarios el título de la exposición. Organizada en diez secciones, de la academia al cubismo, las poéticas de autoinformación o la encabezada con la cita «el arte nunca es casto» que el pintor le confesó a Brassaï, la muestra desplegará a partir de marzo un amplio programa de actividades, según avanzó Román Rodríguez, conselleiro de Cultura.