India Martínez: «Que los niños me tengan como un referente para mí es muy importante»

Javier Becerra
JAVIER BECERRA REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

EDUARDO PEREZ

La cantante cierra su gira actual el próximo 1 de octubre con un concierto en el Palacio de la Ópera de A Coruña

24 sep 2022 . Actualizado a las 10:25 h.

El próximo 1 de octubre India Martínez concluye la gira 90 minutos más. Ese cierre tendrá lugar en A Coruña (Palacio de la Ópera, 20.30 horas, entradas desde 35 euros) y servirá para adelantar algunos de los temas de su próximo disco.

—¿Su último sencillo, «Si ella supiera», con Melendi, es un canto a los amores prohibidos y las infidelidades?

—Sí, es un tema muy controvertido [risas]. Puede ser que, por un momento, al que me escuche se le pase por la cabeza su amor prohibido. Y si no lo tiene, podrá meterse en la piel de quien sí. Más de una persona puede sentirse identificada porque le haya pasado en algún momento de su vida. Somos humanos.

—En los setenta y ochenta había muchas canciones sobre eso, desde Paloma San Basilio a Rocío Jurado, pasando por Mecano. Ahora no son tan usuales.

—Por eso he querido rescatarlo, porque es una forma de fantasear que últimamente no veía muy de moda. Me apetecía mucho contar ese tipo de historias tan literales. No como una canción poética, sino como Un ramito de violetas de Cecilia y Hola, mi amor de El Junco. Eran canciones que yo cantaba. Y veía que no tenía ninguna así mía.

—Hay un vídeo en el que interpreta solo con voz y guitarra la de Cecilia. La convierte en una canción suya. Impresiona mucho.

—Pues la toco en el concierto y es un momentazo. Estoy encima del piano tumbada, cantando muy para mí. Es muy mágico.

—En sus conciertos aparecen niños muy emocionados. A veces les da el micro para que canten. ¿Qué está pasado en esta gira?

—¡Buah, es una pasada! Que los niños vengan a mis conciertos y hagan suyas sus canciones y me tengan de referencia es muy importante. Me encanta compartir mis canciones. De repente, hay una niña que se atreve a cantar, ves que su pasión es la música. Surge esa noche y al final acaba pasando. ¡Qué bonito es! Es que yo me imagino cuando empezaba a tener la oportunidad de cantar con mi artista favorito y dices: «¡Pero qué guay!»

—Su modo de cantar es muy emotivo y potente. ¿Eso conecta con la pureza infantil?

—Ya sea en una audición o en un karaoke tienes que ser lo que tú eres. Creo que mis canciones, por mi forma de componer, son muy vocales y con mucho sentimiento. Hago temas que van de lo más bajo a lo más alto, que muestran todos tus colores. Puede que sea por eso.

—También resulta muy emocionante cuando canta flamenco a pelo. ¿Es ahí cuando todo explota?

—Sí, ahí es cuando siento la conexión máxima con el público. Es lo que quieren oír. Porque con música canta todo el mundo, pero así, en estado puro, quizá es donde se ve el poder de transmisión y lo que uno sabe hacer. Luce bastante y es muy bonito.

—¿En ese sentido se siente una cantante a la vieja usanza?

—Yo creo que sí. Es verdad que voy con los tiempos y dejé de cantar solo en las peñas flamencas y los festivales, como hacía cuando tenía 17 años. Para mí grabar un disco con mis propias canciones ya era algo muy actual y súper moderno. En cada disco voy incorporando sonidos nuevos en una evolución constante. Me gusta investigar en la música. Pero yo tengo un concepto de cantante y de llevar músicos.

—Es decir, con usted no habrá polémica por la música grabada o el «playback», como ha ocurrido este verano con otros artistas.

—A mí es que no me gusta. Me amarra. En algún programa de televisión lo he intentando, porque no tienen para hacer música en directo. Y voy agobiadísima. A mí no me gusta llevar la música enlatada. Alguna secuencia a lo mejor en alguna canción, por aquello de rescatar sonidos electrónicos. Pero creo que mi principal característica es la libertad encima del escenario. Si, por ejemplo, me apetece cantar a capella paro a los músicos y lo hago. Con algo enlatado no puedes.

—Hace unos años le preguntábamos si contemplaba un disco de flamenco puro. Decía que algún día. ¿Está cerca ese momento?

—Está cerca, pero lo que pasa es que no hablo mucho. Cuando menos se le espere va a estar ahí [risas]. Es uno de mis sueños.

—En el pop se han vuelvo a valorar mucho las raíces.

—Es que cuando lo tienes ahí de verdad, no hay que importar nada. ¡Qué bueno que tras tantos álbumes, tengo todo por mostrar! Hay poca gente que me haya visto cantar por derecho realmente. Hace poco estuvimos en el Festival del Cante de las Minas. Empecé con el show actual, pero a la mitad cambié todo y se convirtió en un recital flamenco. Empecé a cantar por seguiriyas, por mineras, por todo [risas]. ¡Me desquité que no te imaginas!