La detective sin licencia Penelope Spada, nueva creación literaria de Gianrico Carofiglio

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Duomo Ediciones.Retrato del escritor Gianrico Carofiglio y portada de la primera novela protagonizada por Penelope Spada.
Retrato del escritor Gianrico Carofiglio y portada de la primera novela protagonizada por Penelope Spada.

«La disciplina de Penelope», primera novela protagonizada por la exfiscal milanesa, llega al castellano de la mano de Duomo

05 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tiempo que el exfiscal antimafia Gianrico Carofiglio (Bari, 1961) es, sobre todo, escritor —cuenta por millones los libros que ha vendido—, pero no olvida su vocación de justicia ni en las novelas. No solo por las temáticas que elige para sus historias sino que además el rigor de aquella profesión se transparenta en la minuciosidad, la sencillez, la reflexividad y la morosidad de su escritura. Triunfó con la serie de thrillers judiciales protagonizados por el abogado Guido Guerrieri —debutó con Testigo involuntario (2002)—, y ahora ha creado un nuevo personaje, Penelope Spada, exfiscal como el autor y que dedica su tiempo a resolver casos, aunque carezca de licencia de detective. El pasado 29 de agosto llegó al castellano —de la mano del sello Duomo— su primera aventura, La disciplina de Penelope (2021), y en su país ya ofreció al lector la segunda entrega: Rancore. Spada es tozuda e impulsiva y se halla inmersa en una espiral autodestructiva que se fragua en su soledad y sus excesos en los terrenos emocional-sexual y alcohólico. Pero conserva intactos su sentido de la justicia y un contradictorio afán por cuidar su alimentación y su forma física. Lucha ciegamente por superar su traumática salida de la fiscalía de Milán, en pos de la redención, pero —aunque Carofiglio le otorga la voz narradora en primera persona— no se apura en aclarar o explicar qué sucedió, solo asume la culpa íntegra de aquella «metedura de pata a lo grande», aunque su viejo colaborador el policía Rocco Barbagallo le recuerde que ella «pagó por todos» y que le hicieron «una auténtica marranada». Precedida del éxito en Italia, todo indica que Spada —aunque es un producto de época pandémica— ha venido para seducir y permanecer. Mientras restaña sin piedad sus dolorosas heridas, extrae fuerzas de entre su rabia y sus contradicciones para ayudar a otros a encontrar la verdad.