Maximino Zumalave: «La música del compositor lucense Jesús Bal y Gay siempre sorprende»

y. garcía VIVEIRO / LA VOZ

CULTURA

CEDIDA

La Real Filharmonía de Galicia abre en Viveiro el festival al que da nombre el compositor

12 ago 2022 . Actualizado a las 20:14 h.

En el pintoresco teatro que en el año 1920 promoviera en Viveiro el chocolatero Nemesio Barreiro se prevé que también sea dulce el concierto de apertura del Festival Bal y Gay en A Mariña este viernes 12 (20.30, Pastor Díaz), de la mano de la prestigiosa Real Filharmonía de Galicia, que interpretará piezas del compositor mencionado y de Beethoven (Sinfonía nº 7 en la mayor op 92). Piezas que siente así el director, Maximino Zumalave: «Cada vez me parecen más grandes». Acercar la música clásica a todos los públicos es el foco que comparten con el de la cita lucense.

—La Real Filharmonía repite en el Bal y Gay. ¿Cómo encaja la música del autor en su repertorio?

—Recuerdo el concierto de Mondoñedo, aún con restricciones de aforo [por la pandemia]. Aquella vez incluimos también una obra de Jesús Bal y Gay, Concerto grosso. Esta vez irá otra diferente, Serenata para cuerdas. Ambas las ha tocado la Real Filharmonía con relativa frecuencia y es un formato que se adapta a la plantilla de la orquesta. La música de Jesús Bal y Gay siempre sorprende al intérprete, con lo que hay que prepararla con mucho detalle y atención. Tiene su complicación, pero está muy bien hecha. Él es, para mí, una figura muy atractiva porque tiene varias facetas. Como orquesta subrayamos la del compositor, que estuvo en contacto con Stravinski y grandes del momento, pero también es atractivo por musicólogo, al recoger el folklore gallego, siendo referencia para muchos grupos. Y fue un intelectual que en Madrid estuvo en contacto con gente importante, también europea que venía de visita. Los lucenses pueden presumir de Jesús Bal y Gay.

—Y de un festival que arrancó en el 2014 en Nois, parroquia focense con menos de 500 vecinos.

—Nuestra actuación en Viveiro es la demostración de que la Real Filharmonía lo es de toda Galicia y no solo de las ciudades más pobladas. Es muy buena señal que el festival se ha consolidado. También se debe a que se está programando bien, con músicos de nivel y un criterio adecuado. Es un festival muy necesario, sobre todo en una provincia como Lugo, con tantos focos como Viveiro, Ribadeo, Mondoñedo, Foz... También porque hay una buena organización detrás que sentí muy cercana y humana y porque hay un sustrato musical muy importante en la provincia. Debe ser también responsabilidad de las instituciones gallegas.

—¿Cómo percibe el futuro de la música clásica en Galicia?

—En los últimos años ha subido mucho el nivel. Algunos de los chicos que pasaron por la Escuela de Altos Estudios Musicales, vinculada a la orquesta, están en puestos de responsabilidad en orquestas de todo el mundo. Nos tenemos que plantear qué salida vamos a dar a tantos músicos, de tanto talento y trabajo constante. Concretamente, en la provincia de Lugo he escuchado a algunos de un nivel muy alto. Es un patrimonio musical que hay que cuidar y dar a conocer. La música tiene que ser de todos, vivan donde vivan y tengan la edad que tengan. Forma parte de la vida.

El festival mariñano espera recibir a 3.500 espectadores en esta edición

El IX Festival Bal y Gay espera recibir a 3.500 espectadores, cuya programación se prolongará hasta el próximo día 24 de agosto, con algunos conciertos de entradas ya agotadas. Las principales citas serán este sábado, con Armida Quartett en Foz (20.30, Pazo de Conde de Fontao), domingo 14 con Carlos Mena en Foz (20.30, basílica de San Martiño), día 17 con Dúo del Valle en Cervo (20.30, Fábrica de Sargadelos), el 18 con Andreas Prittwitz en Foz (20.30, Finca Goleta), el 21 con Elisabeth Leonskaja en Ribadeo (20.30, auditorio), el 22 con Pablo Ferrández en Mondoñedo (20.30, auditorio), el 23 con Cuarteto Quiroga en Foz (20.30, San Martiño) y el 24 con la Orquesta Sinfónica de Galicia en Mondoñedo (21 horas, catedral).