La sinopsis de Todo va a mejorar sitúa al lector en una España de un futuro próximo, indeterminado, en los días posteriores a unas elecciones. En las urnas ha arrasado un partido político de nueva creación llamado Movimiento Ciudadano ¡Soluciones Ya!, articulado en la sombra por un empresario de éxito que propugna que el Consejo de Ministros funcione como un consejo de administración con la agenda llena de proyectos ambiciosos para arreglar el país. Tras una ola de vandalismo, el Gobierno entrante despliega un nuevo cuerpo de Vigilantes; tras un Gran Apagón, limita el acceso a internet; y, ante las dificultades, estimula la libertad ilimitada de comprar y consumir, una ristra de medidas extraordinarias a las que recurre porque la nación ideada por Grandes debe enfrentarse a nuevas formas de pandemia que exigen velar, ante todo, por la seguridad. «Solo un grupo de mujeres y hombres corrientes se atreverán a desmontar las mentiras del nuevo régimen», anota el sello editorial.
«Este va a ser un episodio del futuro y no del pasado», comentaba la autora hace ahora dos años. Poco después le diagnosticarían un cáncer de colon que ella misma hizo público en octubre del 2021 en su columna de El País. Un mes más tarde falleció. Tenía 61 años. Premio Nacional de Narrativa 2018, era uno de los nombres más prolíficos de las letras españolas. Dio voz a las mujeres, pero también a los hombres silenciados a través de ficciones valientes como Las edades de Lulú, Malena es un nombre de tango, El corazón helado, Inés y la alegría o El lector de Julio Verne.