Donna Leon obliga al comisario Brunetti a elegir entre lealtad o ley

César Casal González
César casal REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Donna Leon
Donna Leon .

La escritora, que está a punto de cumplir los 80 años, publica, en plena forma creativa, el caso 31.º del investigador veneciano

13 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Donna Leon no falta a la cita con su nuevo libro, Dad y se os dará (Seix Barral), ya en el mercado. La escritora norteamericana durante tantos años afincada en Venecia, Donna Leon (Nueva Jersey, 1942), es como uno más de la familia. Sus libros del commissario Guido Brunetti son una constante en nuestras vidas desde su primer triunfo, con Muerte en La Fenice, en 1992. Publica prácticamente uno por año, convirtiendo la llegada a las librerías en un fenómeno similar al estreno del filme anual de Woody Allen.

En estos tres decenios, Donna Leon nos ha contado la otra cara, la cruz, de Venecia, la Serenísima, nada serena en sus novelas que ponen el dedo en la llaga de la corrupción. El comisario Brunetti ha ido evolucionando en estos treinta años junto a su familia. Su mujer Paola, profesora de literatura inglesa en la universidad, es un personaje más de los libros. Brunetti es un investigador melancólico y reflexivo. La crítica destacó en su día que los casos de Donna Leon tenían cierto paralelismo con el Montalbano de Andrea Camilleri. Sin volar tan alto, son muy ciertas las similitudes entre los dos escritores. Los dos utilizan el género de misterio para mostrar el polvo que esconden las alfombras del poder y las instituciones. No falta la mafia, estamos en Italia. Los dos firman una prosa elegante, pero económica, de fácil lectura. Los dos logran que, libro a libro, quieras como a unos amigos a Brunetti y a Montalbano.

Parientes de Domingo Villar

En Galicia sangramos todavía por el repentino fallecimiento de Domingo Villar. Sangraremos siempre. Y hay algo en los textos del autor gallego que también remite a Donna Leon y a Andrea Camilleri. En el caso de Camilleri, ese parentesco fue reconocido por Domingo Villar. Los tres utilizan su dominio de un lugar y sus almas para trascender a lo universal: Donna Leon, Venecia; Camilleri, Sicilia; y Domingo Villar, Vigo y su ría.

La norteamericana, traducida a 26 idiomas, enfrenta al comisario Brunetti en su caso número 31 a una investigación que le llega a través de una vecina de la infancia, cuya madre ayudó a la familia de Brunetti cuando esta pasaba hambre. Pronto tendrá que elegir por los giros de la investigación entre lealtad o ley.

Leon, que cumplirá este septiembre 80 años, sigue en plena forma creativa. Están las frases marca de la questura. Está la belleza de Venecia, un paisaje único masacrado por el turismo, por «los féretros metálicos de los macrocruceros», en palabras de la autora, que quiere probar en esta obra que «no hace falta matar para ser una malísima persona».

Además de su serie de intriga, Leon escribió un par de volúmenes sobre Venecia y otro que es una recopilación de artículos suyos, entre los que brilla su pasión por la ópera. En este libro explica cómo hay que narrar: «Creo que fue Tucídides quien escribió que las anécdotas suceden a las personas que saben contarlas. Tengo la impresión de que todos hemos tenido la suerte de conocer al narrador nato que te cuenta la visita a una planta de reciclaje como algo alucinante. Pero también al solemne pelmazo que podría ser secuestrado por extraterrestres y luego contarnos una historia más pesada que los editoriales de Famiglia Cristiana». Y ella sabe extraer, caso a caso, de la apariencia de vida corriente de Guido Brunetti lo extraordinario.

La leen de Estados Unidos a China, pero sigue empeñada en que sus libros no se traduzcan al italiano. La manía le viene de la época en la que aún vivía en Venecia. Huyó de allí a Suiza, por el turismo. No quería ser famosa en la ciudad. No quería ser la escritora famosa del pueblo que cuenta historias de sus vecinos.

Hoy es una institución. A propósito, no utiliza nombres reales de políticos para que sus historias puedan ser atemporales, aunque retraten la suciedad de nuestros tiempos. Solo el teléfono móvil se ha colado en sus páginas. El móvil y la actualidad de estas décadas. En esta obra está la pandemia y cómo algunos hicieron dinero negociando con lo que debía ser lo más sagrado: la salud.