El Marco abre sus puertas a «Las siete ventanas» de la obra de Idoia Montón

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

CULTURA

La artista Idoia Montón posa en el Marco con una de sus obras.
La artista Idoia Montón posa en el Marco con una de sus obras. M. Moralejo

El museo vigués inaugura la primera retrospectiva en Galicia de la creadora vasca

19 may 2022 . Actualizado a las 16:55 h.

Tras la apertura de la muestra con nueva producción de Paco Leiro, el Marco (Museo de Arte Contemporánea de Vigo) renueva su oferta completándola con una iniciativa fruto de la colaboración con la Sala Rekalde de Bilbao (Diputación Foral de Vizcaya) para la itinerancia y coproducción de exposiciones. El proyecto —titulado Las siete ventanas— reúne buena parte del trabajo de Idoia Montón (San Sebastián, 1969), que abarca desde 1990 hasta la actualidad y se compone de pinturas, dibujos y collages procedentes de colecciones privadas e institucionales como el Museo de Bellas Artes de Bilbao o el Museo San Telmo donostiarra.

La obra con la que Montón se presenta por primera vez en Galicia, comisariada al alimón por la directora de la Rekalde, Alicia Fernández, y el del Marco, Miguel Fernández-Cid, tiene como objetivo revisar la trayectoria de la artista y presentar las claves que estructuran su producción, pero no es una retrospectiva ordenada de manera cronológica, sino temática, formal y contextual. Por ese motivo, siguiendo esta secuencia, se organiza en cuatro ámbitos bajo los epígrafes: Una habitación propia, Guerra, Barna y Con los ojos abiertos.

«Para mí, como pintora, la vida está llena de belleza y de ventanas. La ventana es un motivo al que prestas atención y se convierte en un mundo, ya sea el de lo pequeño, si miras hacia abajo, hacia el suelo, por ejemplo, o el de lo grande si miras hacia un paisaje», explica la creadora para añadir que si la referencia es la literatura, la ventana que se abre es la de la mente. A través de ese vínculo, la artista vasca enlaza su mundo con el del espectador: «Quiero que mi pintura sea un espejo donde se contemple; se trata de entrar y encontrar su vida reflejada», detalla.

El paseo por su mundo comienza ya desde que el espectador sube por las escaleras hacia el primer piso del museo, que comparte la mitad de su superficie hasta mediados del mes de julio con la muestra dedicada a Alfredo Alcaín. En ese camino hay obra colgada donde nunca suele haberla por ser tierra de nadie, y también se expande hacia la biblioteca pegada a la sala de exposiciones, rompiendo los límites impuestos por la organización del espacio. Pero Montón atraviesa las puertas y esa lógica sin sentido en un museo salta por las ventanas.

Contando historias

La artista trabaja en la búsqueda del sentido de la pintura para indagar la realidad y por eso sus cuadros y dibujos están salpicados de imágenes cotidianas, de habitaciones con la ropa colgada sobre una silla, referencias al cómic, objetos pop de apariencia retro, como los ordenadores de la primera década del siglo XXI, y muchos animales como una presencia inevitable, a veces, inquietante, y otras, familiar y tranquilizadora. Los lienzos de Idoia Montón cuentan historias y, además, elementos de algunas obras aparecen en otras como la continuación de un capítulo inacabado en un solo marco. En el último de los epígrafes se reúnen los tres motivos centrales en la obra la artista: la ciudad, el animal y la noche, e incluye una serie iniciada en el año 2019 durante una residencia en el Kurdistán iraquí promovida por Moving Artists. Como la creadora explica, para esta versión de su trayectoria en el Marco se ha hecho una selección comprimida de su trabajo que abarca hasta el año pasado y se puede ver en Vigo hasta el próximo 4 de septiembre.