Jared Leto, protagonista de «Morbius»: «No creo que vuelva a subir de peso en una película, no quiero volver a comer así nunca»

María Estévez LOS ÁNGELES / COLPISA

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El actor se mete en la piel de un vampiro en este largometraje, que supone una nueva entrega de la factoría Marvel

01 abr 2022 . Actualizado a las 14:25 h.

Asegura que busca inspiración bebiendo en otros vampiros para crear el personaje de Morbius en el último episodio del universo Marvel, que sigue llevando personajes del cómic a la gran pantalla. Dice que revisa los clásicos para lograr una nueva vuelta de tuerca al colmillo. Jared Leto (Louisiana, 1971) protagoniza este filme, que cuenta la historia de un bioquímico llamado Michael Morbius, que accidentalmente se infecta con una forma de vampirismo mientras intenta curarse de una rara enfermedad de la sangre. Dirigido por Daniel Espinosa, el largometraje se estrena esta semana tras dos años de retrasos obligados por la pandemia. Morbius es un spin-off de Spider-Man, aunque nadie ha revelado si estos personajes se encontrarán en una futura película de la saga. De momento, Leto se ha comprometido a producir y protagonizar una nueva cinta de Tron.

-¿Le gusta el imaginario de los vampiros?

-Me encanta. Los vampiros son una de las criaturas más grandes del cine. He estado fascinado con ellos desde que vi Nosferatu. Desde las novelas de Anne Rice hasta Drácula o El ansia. Para mí, hay algo icónico en la oportunidad de convertirme en este tipo de criatura. Es uno de los papeles que quieres interpretar porque puedes darle un giro diferente, personal. Cuando elegí este proyecto lo hice dejándome llevar por mi voz interior, no por un deseo febril de convertirme en vampiro.

-Para interpretar a Paolo Gucci tuvo que subir de peso y en este papel tuvo que perderlo.

-Sí. He pesado 140 kilos y he pesado 50 kilos por exigencias del guion. Lo he hecho todo, pero no creo que vuelva a subir de peso. El personaje de Paolo fue muy traumático para mí. No quiero volver a comer así nunca. Esos atracones de comida basura te dejan agotado.

-De interpretar a Paolo Gucci saltó a la serie WeCrashed, donde da vida al empresario israelí Adam Neumann. ¿Le gusta interpretar a personajes basados en personas reales?

-Me gustan los personajes que son diferentes. Neumann es fascinante porque tiene una forma de hablar muy particular y una actitud directa y valiente ante la vida. Entiendo la fascinación que provoca, porque yo fui el primero que quedó prendado de su vida. Cuando interpretas a una persona real, tienes la responsabilidad de hacerlo con veracidad, sin colorear demasiado lo que es. Nunca vas a ser esa persona, va a ser tu visión, pero esperas capturar su espíritu y su esencia.

-¿Prefiere un antihéroe como Morbius?

-Es un papel delicioso porque me ha llevado a los rincones más oscuros del universo. Paolo Gucci requería horas de maquillaje, ponerme pelucas, prostéticos, cambiar mi acento. Con Morbius me puedo exceder de otra manera porque no tiene límites. Me encanta sumergirme y comprometerme con los personajes que interpreto sin importarme el peso, el acento o las horas de trabajo en el rodaje.

-Este personaje es otro de sus villanos siniestros.

-Inicialmente, dudé. Luego pensé que podía dar una visión diferente de los vampiros y decidí entrevistarme con el director para saber cuál era su intención. Siempre merece la pena correr riesgos con personajes que provocan al público. Además, no voy a negar que tenía interés en trabajar junto a este equipo.

-¿Le gusta aterrorizar al público en esas películas?

-Es lo que más me costó del personaje. Desde el momento en que abre la boca, quería que el espectador sintiera miedo. No buscaba una voz profunda, sino provocar angustia con rotundidad y suavidad, ambiguamente.

-¿No teme que su versatilidad acabe volviéndose en su contra?

-Lo he hecho muchas veces y no me lo tomo a la ligera. Cuando te comprometes físicamente con un personaje, puedes provocar que el personaje surja desde dentro. Me desvío de mi camino para convencer a otros actores de que no lo hagan cuando me llaman para pedirme consejo. No creo que lo vuelva a hacer porque cada vez es más difícil, aunque siempre digo que no lo vuelvo a hacer y termino haciéndolo de nuevo.

-Es habitual escuchar a los actores diciendo que intentan encontrar empatía hacia sus personajes. ¿Busca lo mismo con un papel cómo Morbius?

-El mundo está lleno de posibilidades, lleno de potencial y también lleno de promesas. Eso es hermoso. Cuando tienes un papel colorido lo salpicas de emociones extraordinarias y la empatía eventualmente surge.

-¿Le molestan las críticas? Este año estuvo nominado a los Razzie, que premian los peores trabajos.

-No me preocupo demasiado por gustar, me parece una pérdida de tiempo. Yo no considero que uno tenga éxito o que fracase escuchando las voces de otros. Este es un trabajo subjetivo; la esencia siempre será el trabajo bien preparado y eso nadie lo va a poder cuestionar.