Un grupo de mujeres oculto en la movida viguesa

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN

CULTURA

Voces de Ultratumba en una actuación en 1985
Voces de Ultratumba en una actuación en 1985

Voces de Ultratumba fue una banda 100 % femenina, algo insólito en los ochenta. La investigadora feminista Maritxu Alonso reivindica a su cantante, Chus Taboada, en una crónica fotográfica

28 ene 2022 . Actualizado a las 15:21 h.

No aparecen entre los grandes mitos de la movida de Vigo. Solo grabaron unas maquetas y dos temas en un recopilatorio. Y su nombre apenas tiene resonancia entre las revisiones que se hacen de la música en Galicia. «Es que nosotras estábamos en el underground del underground, muy lejos de todo», se ríe Chus Taboaba, la vocalista de Voces de Ultratumba. Fundada en 1984, la banda supone toda una rareza. Se trata del único grupo formado íntegramente por mujeres de aquel agitado Vigo ochentero. Una anomalía que la investigadora y activista feminista Maritxu Alonso (responsable del sello Uterzine) ha querido reivindicar con Unha vida de ultra tumba o no…, una crónica fotográfica de la vida artística de la cantante viguesa que se plasma en una exposición y un fotolibro de edición limitada. 

 «Yo creo que es una reivindicación justa porque ocupamos un espacio en la movida de Vigo. Estaban Siniestro Total, Golpes Bajos y Aerolíneas Federales, pero más ocultas también estábamos nosotras», reflexiona sobre la edición de esta publicación que se presenta el sábado 29 en A Coruña (A Parva, mercado de san Agustín, 13.00 horas). «Se trata de una banda no muy conocida y mi intención es rescatarla y visibilizarla», señala Maritxu Alonso, la promotora de la iniciativa. Para ello ha accedido al archivo personal de Taboada, recogiendo fotos, letras de canciones, correspondencia de la época con figuras como Ana Curra (Parálisis Permanente), carteles de conciertos, fanzines y todo tipo de recuerdos

Voces de Ultratumbra en directo
Voces de Ultratumbra en directo

Taboada, que ejercía de cantante y letrista, se juntó en su momento con Marisé Izquierdo (teclados), Eva Izquierdo (guitarrista), Elena (batería) y Vivi (bajista). Practicaban un sonido influenciado por la onda oscura de bandas como Bauhaus, Siouxsie and the Banshees y Parálisis Permanente. Debutaron en 1985 en la sala La Kama de Vigo. Pronto se encontraron con el rechazo que generaba su sexo. Pese a que el punk supuso una puerta por la que muchas mujeres decidieron subirse al escenario y formar parte activa de la escena musical, las que lo hacían se encontraban con un entorno muy agresivo hacia ellas. «El ambiente era tremendamente machista -asegura Taboada-. Todo el rato peleabas con estos elementos. O se burlaban de ti o no te tomaban en serio durante la prueba de sonido. Aquello era una agonía».

Lo insólito de su feminidad en una escena marcadamente masculina, convirtió a Voces de Ultratumba en algo exótico. «Éramos como un circo. Eso de un grupo de mujeres solas era muy raro. Para muchos éramos como la mujer barbuda o algo así», describe. No se trataba de algo casual, sino totalmente deliberado: «Yo siempre fui bastante reivindicativa. Defendía entonces que las chicas podíamos hacer siempre lo que nos propusiéramos y eso incluía hacer un grupo de rock». Pero ello resultaba complicado. Para empezar: «Era muy difícil entonces encontrar a mujeres que tocasen instrumentos, especialmente la batería. Además, nosotras no hacíamos música convencional». Y para darle continuidad: «Yo tenía fama de borde entonces. Aquello era pelearse para todo. Para cobrar, para las pruebas de sonido, para que te hicieran caso. Era como estar en una lucha permanente».

El grupo surgió en paralelo a un fanzine llamado Escupe. Y también estaba ligado a otras disciplinas artísticas como la fotografía. «El punk tenía esa energía de hacer las cosas porque sí. Nos planteamos hacer una revista alternativa, Escupe, y la hicimos. Quisimos montar un grupo y lo montamos. Quisimos hacer una exposición y la hacíamos», resume Taboada. En el libro Vigo a 80 revoluciones por minuto de Emilio Alonso se recoge un fragmento del citado fanzine de enero de 1985 que habla de la banda: «Entre visiones apocalípticas y cementerios olvidados surgen cuatro damas de la noche en una ciudad desprovista de misterios (...). Estas alegres chicas pueden ser lo último en la rancia realidad del panorama musical vigués… si es que consiguen que la batería funcione».

Fotografía de La Traición
Fotografía de La Traición

Después de dar unos cuantos conciertos como Voces de Ultratumba, se cambiaron el nombre por La Traición. Tras alguna baja pasaron a ser un grupo mixto, ya en 1987. En su nota de prensa de la época se referían a la etapa de Voces de Ultratumba como un grupo de «música siniestro-depresiva en una ciudad la que por entonces todo era pop» y recalcaban que, pese la incorporación de hombres (Ángel a la guitarra y Franjo al bajo), tenían «una presencia mayoritaria femenina». Añadían además: «No es un cambio de postura ni un echarse atrás. Simplemente, se pretende dar mayor consistencia musical y un acercamiento a lo que ellas quieren hacer».

La presencia de varones no hizo variar la hostilidad hacia la nueva propuesta. «Entonces empezaron a meterles caña a los chicos del grupo. Gente de otros grupos les decían ¿qué hacéis con esas?», rememora Chus. Con la Traición se hermanaron con Portugal e hicieron un corredor entre Vigo y Oporto. Allí chocaron con el público, que las veía demasiado liberales. También con la prensa. «Salimos en un periódico y nos decían que éramos treintañeras, cuando teníamos veinte años. Lo importante no era lo que hacíamos, sino si éramos viejas o si estábamos buenas», se ríe en la actualidad.

Chus Taboada en la actualidad
Chus Taboada en la actualidad

No llegaron a grabar disco. Como La Traición incluyeron los temas Come Lúgubre Paison y Asesiño en el recopilatorio O pulso do tempo (1988) editado por la Xunta. El resto de su producción descansa en varias maquetas. También existe algún documento de sus intervenciones en la TVG y la división gallega de TVE. Se trata de un legado que bien podría tener forma de disco en algún momento. Por ahora, este fotolibro incluye un mensaje de la artista en forma de tarjeta: «El punk es una forma de enfrentarse a la vida. Romper moldes desde el “se supone que” para quedarse donde uno quiere estar, aunque los demás solo puedan observarlo con repulsión o admiración». Así lo hizo en los ochenta. Y así lo reivindica en 2022.