Afirmar lo de buen año con la que está cayendo y las salas deprimidas por el factor covid-19 parecerá una butade, pero el cine español estrenó un puñado de filmes notables y la gente no les falló, pese a asomar en aluvión entre septiembre y octubre, coincidiendo con la euforia vacunal. Los finalistas —excepto Libertad, que entró en noviembre— llegaron en tropel y hubo dos víctimas en taquilla: Mediterráneo —aunque logró colarse en el club del podio— y Las leyes de la frontera, que opta a otras categorías. En apenas cinco semanas Madres paralelas, Maixabel, El buen patrón y las dos citadas, la emprendieron a codazos en las pantallas con la agravante de sentir en el cogote —y en el bolsillo del espectador—, el aliento de varios blockbuster de Hollywood, de los que siempre ganan: los Dune, Sin tiempo para morir, Venom…. Aun así, en cifras de contexto pandémico, lograron recuperar espectadores con la eximente de ser propuestas para adultos —rondan los nueve millones de euros recaudados, cifra de ensueño para estos tiempos—, casualmente el target más reacio a regresar a las butacas pese a la garantía sanitaria. Es motivo para el optimismo, ahora que el sector vive como una suerte de dicha laboral —¿o espejismo?— provocado por la burbuja del streaming.
Lo de Galicia en esta edición no es una simple pedrea, que ahí tenemos en animación a Valentina, de Chelo Loureiro con su Abano Producións, bien posicionada para el cabezón y consolidar el liderazgo galaico en la especialidad durante el presente siglo, con un histórico de varios Goya, a lo que se suma el corto The Monkey, de Xosé Zapata y Lorenzo Degl’Innocenti. No sorprende ver a Luis Tosar otra vez en la terna, como el exetarra Ibon Etxezarreta en la acerada Maixabel, como tampoco al ferrolano de adopción Javier Gutiérrez en la turbia La hija, y no digamos al icónico.
Celso Bugallo por su inquietante Fortuna de El buen patrón, cuya música compuso la lucense de Saviñao Zeltia Montes, y paisano suyo de Sober es Chechu Salgado, para actor revelación en Las leyes de la frontera. Se coló el guion y el sonido de la coproducción gallega de Frida Films, Tres. Raro será que nos vengamos de vacío en un podio diseñado a la medida de Fernando León. En la pasada edición anotaba que había sido un año raro por estar las salas clausuradas o casi, y los rodajes a medio gas, pero todo apunta a que el cine español de autor se ha abrazado con fuerza a su público. Es bueno, que ya era hora. El notario señor Goya así lo certifica.