Sagrario Abelleira: «Hay que seguir investigando para descubrir nuevas cosas sobre Rosalía»

Montse García Iglesias
montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Sagrario Abelleira muestra el acta notarial con la fecha de nacimiento de Rosalía de Castro.
Sagrario Abelleira muestra el acta notarial con la fecha de nacimiento de Rosalía de Castro. PACO RODRÍGUEZ

La investigadora incide en las nuevas vías abiertas tras hallar el expediente matrimonial

20 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La pasión por investigar de Sagrario Abelleira la había llevado a situar en Santiago la sede de la Real Audiencia de Galicia tras unas obras de rehabilitación de la casa parroquial de Ánimas. Dos décadas después, un nuevo descubrimiento suyo arroja luz sobre la biografía de Rosalía de Castro tras localizar en el Archivo Histórico Diocesano de Madrid el expediente matrimonial para la boda con Murguía. Entre la documentación inédita se incluye un acta notarial donde la madre de la poeta la reconoce como hija natural y explica que nació el día 23 de febrero de 1837, un día antes de lo que se venía celebrando. «Ni de broma me esperaba encontrar algo así», dice Abelleira. Un hallazgo que ha sido recogido también en el libro Rosalía e Murguía: datos, datas e documentos (1851-1858).

—¿Qué fue lo que la llevó a iniciar la investigación sobre Rosalía?

—El inicio fue hace tres años o cuatro años buscando información sobre la supuesta casa en la que nació Rosalía en Camiño Novo [Santiago]. Solo busqué datos y todavía no he encontrado el documento que inequívocamente diga que fue ahí.

—En la presentación del libro se dijo que fueron muchos los investigadores que buscaron ese expediente matrimonial de Rosalía y Murguía. ¿Cuál fue la clave para descubrirlo ahora?

—El paso del tiempo. El Archivo Diocesano ha iniciado un proceso de digitalización, lo que supone que previamente hay una reordenación. En esa reordenación hay una clasificación, catalogación, descripción pormenorizada... Además, empieza a dotarse de personal y en ese proceso una archivera eficaz y profesional, Irene Galindo, conociendo sus fondos, buscó. Ella hizo esa labor de identificar dónde podía estar el expediente. A la primera búsqueda no salió, a la segunda, tampoco, y a la tercera, por descarte, dijo: «No será que esté en la sección de pobres». Buscó y encontró. Cuando le dije por qué era importante, alucinó.

—¿Cuándo se dio cuenta de la relevancia de los datos que estaban en el expediente?

—En el momento. Lo sabía porque llevaba tiempo leyendo sobre Rosalía, entonces ya conocía lo que faltaba y lo que había; sabía la novedad que suponía. Sobre todo por los datos de Victoria Álvarez, que decía que faltaba por conocer la verdadera relación filial de Rosalía y su madre.

—Tanto usted como el presidente de la Fundación Rosalía destacaron la importancia de ese documento. ¿Puede cambiar la manera de interpretar a Rosalía?

—Para mí totalmente. La madre de Rosalía fue denostada, se la estigmatizó por haber abandonado a la niña. Este documento colabora en eliminar ese estigma sobre ella.

—Y abre nuevas vías de investigación esta documentación, ¿es esa la principal aportación para poder conocer más sobre la vida de Rosalía en el futuro?

—Sí, sobre todo supone hablar de nuevas cosas porque la investigación estaba en círculo. Entonces, hay que seguir investigando para descubrir nuevas cosas sobre Rosalía porque las hay. Yo seguiré buscándolas y me gustaría que más gente lo hiciera también porque, como es un trabajo ingente, antes aportaremos nuevos datos. La vida en Madrid de Rosalía es interesantísima y está sin investigar.

—Asegura que seguirá indagando sobre Rosalía.

—Sí, aunque también estoy con otras cosas. Me interesa mucho. Es una mujer, avanzada a su tiempo, una precursora y las investigadoras la están situando como una de las iniciadoras del feminismo a nivel europeo. Lo que escribe Rosalía está vigente hoy.

—¿La llamaron otros investigadores por esas nuevas vías de investigación?

—Vamos a intentar Xunta, Fundación Rosalía y los investigadores poner puntos en común, colaborar. Creo que se puede hacer una labor de poner al día la biografía de Rosalía porque está obsoleta.

«Me gustaría que el cumpleaños se celebre el 23 de febrero»

En el acta notarial de 1843 donde Teresa de Castro reconoce a Rosalía como hija natural, además de apuntar que nació el día 23 de febrero a las cuatro de la mañana, también dice que «la puso en lactancia» en poder de una mujer llamada María en Ortoño durante seis meses.

—Se trata de una mujer que estaría vinculada familiarmente con el supuesto padre, un sacerdote. ¿Es la vez que más se aproxima este círculo a nivel documental?

—Yo todavía no veo con pruebas irrefutables de que José Martínez Viojo sea el padre de Rosalía. Para mí este es un elemento, hay una conexión, pero es eso, una conexión. Yo soy muy científica en esto. Lo que sí es cierto es que es la primera vez que documentalmente se conecta a Rosalía con la familia Viojo, pero por esta vía interpuesta, ya que es una cuñada de la hermana del capellán de la colegiata, es decir, una concuñada. Para mí eso esto está abierto, hay que profundizar a ver si logramos corroborar y confirmar conexiones que vemos por ahí.

—En la presentación del libro, el presidente de la Fundación dejó abierto el día de la celebración del cumpleaños de Rosalía.

—Yo cuando me pregunten por la celebración de la fecha de Rosalía voy a votar por el 23, que será una fecha laica.

—¿Confía en que sea el día 23?

—Me gustaría que el 23 de febrero del 2022 se celebre el primer cumpleaños de Rosalía a nivel institucional. Será el primero que celebramos en 185 años.

—Y de Murguía también se descubren nuevos datos, ¿también ahí se abren vías de investigación?

—Sí, se conocen las casas en las que vivió. Además, las relaciones de Murguía y San Julián, uno de los testigos, es muy relevante. Esa amistad que continúa durante toda su vida es muy interesante. San Julián era absolutamente volteriano, con eso me refiero a que era ateo y cuestionaba el establishment. Él y Murguía tenían una visión muy parecida, aunque difería a nivel político, porque San Julián no era partidario de los nacionalismos, regionalismos... Era una amistad muy rica, también con Rosalía, con la que coincidía con la recopilación del folklore que se iniciaba en Europa. De algún modo la empezaron ellos en el Centro Gallego de Madrid y en el Centro Asturiano de Madrid. Es algo que todavía está sin estudiar.