De esa buena salud testimonian las 654 novelas presentadas a esta 70.ª edición -de las que 20 son de procedencia gallega (nueve de A Coruña, ocho de Pontevedra, dos de Ourense y una de Lugo), de las que solo diez han llegado a la categoría de finalistas. Son Cadáveres insepultos, de Escolarca de Clazómenes (seudónimo); Descalza voy contigo, del periodista mexicano Antimio Cruz Bustamante; Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo); La llama del pasado, del escritor de novela pseudohistórica Aurelio González González, Barbarie, de El Arlequinado (seudónimo tras el que se esconde el escritor salmantino Benito González), El túnel de Oliva, del profesor y poeta madrileño Jorge Sánchez López; El canto del grajo, de Fermina Cobos (seudónimo que podría ocultar a la escritora conquense Ana Fernández Escribano); Hijos de la ira, de Yuri Zhivago (seudónimo); Donde el recuerdo nos lleve, de Elahanleys (seudónimo); y por último El viaje, de Camilla Seymour (seudónimo tras el que podría haber un autor con vínculo gallego).
Según detalló el narrador Juan Eslava Galán, miembro del jurado, esta novela -que está ambientada en Galicia- es una intriga con trama romántica protagonizada por una afamada escritora llamada Camila Otero que se ve obligada a regresar a su pueblo natal en Galicia para hacerse cargo de su padre. El reencuentro será empresa difícil y llevará a la mujer a enfrentarse con su duro pasado. Ella se verá en la necesidad de resolver los enigmas que rodean a su familia y entre los que se cuentan una serie de asesinatos. Solo así, siente Camila Otero, podrá seguir con su vida y darle por fin un nuevo rumbo.