Belén Fortes depura la poesía de todo artificio en los nanopoemas de «Eclipse»

Xesús Fraga
x. fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Belén Fortes, autora de «Eclipse».
Belén Fortes, autora de «Eclipse». guiverny

Ninguna pieza de su nuevo libro supera los cuatro versos

13 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«En este momento de mi vida busco la sencillez, empequeñecer mi voz, despojarla de todo lo que sea superfluo. Para mí, la verdadera poesía es la ausencia total de artificio. Por eso el poeta, antes de nada, debe olvidar lo que sabe. Y después darle forma a algo que no la tiene». Esa depuración poética ha conducido a Belén Fortes (Pontevedra, 1967) a los nanopoemas de Eclipse (Guiverny), un libro en el que ninguna pieza supera los cuatro versos. «Un nanopoema es una forma de mostrar el mundo desnuda y sencilla, introduciendo solo un pequeño desajuste en él», explica la autora. Aunque próximo en la forma, el propósito lo distancia de otras formas poéticas que se basan en la brevedad: «El haiku tiene un componente espiritual y unas características específicas que no aparecen en mis nanopoemas. Los aforismos encierran enseñanzas y tampoco me propongo dar lecciones a nadie».

Belén Fortes asumió esa brevedad como un reto autoimpuesto, aunque sabiendo que en poesía los límites también son compatibles con la libertad creativa. «Quería explorar y hacer algo nuevo. Y la suerte de la poesía es que es el terreno de la libertad. A diferencia del mercado del arte, no está mediatizada por el dinero», reflexiona. Eclipse requirió un esfuerzo de síntesis que, una vez asumido, fluyó con naturalidad. «En mi caso es natural, es algo que me viene dado. De hecho, los mejores poemas llegan por sorpresa. La poesía es lo que se dice entre líneas o no se dice del todo. No solo una manera de forzar el lenguaje», describe la autora del libro.

Los nanopoemas, por tanto, concentran en apenas un puñado de palabras toda una mirada hacia dentro y hacia fuera a través de un lenguaje poético que busca su propia esencia. «El poeta percibe una lógica donde parece que no la hay o donde los demás no pueden verla. La poesía es un instante de estabilidad dentro de la inestabilidad. En eso consiste el equilibrio. Porque busca algo que no se puede alcanzar: la verdad, y la verdad solo existe mientras nos la creamos», sostiene Belén Fortes. «Los poemas habitan el terreno de la ambigüedad. A menudo dicen una cosa y su contraria. Tal vez porque la duda es el única manera consciente de vivir. Y el equilibrio también se rompe cuando se intenta dinamitar el mundo desde dentro», añade.

En Eclipse confluyen palabras como «muertos», «tristeza», «herida» y «oscuridad». ¿Una posible huella de la pandemia? «Seguramente, en parte reflejan el desconcierto que supuso la pandemia en nuestras vidas. Esa oscuridad a la que te refieres puede deberse a que los poetas no hablan de lo que saben, sino de lo que sienten. Y a que, a menudo, la nostalgia o el desasosiego acaban ganando la partida. Y también porque a veces tratamos de cargar con todo el peso del mundo a nuestras espaldas», reconoce la escritora. No obstante, advierte de que no considera «pesimista» su poesía. «Como los eclipses, es luminosa y sombría a un tiempo» dice sobre un libro cuyo título se inspira en uno de esos instantes en los que la naturaleza también practica el juego poético: «Es como un truco de magia, porque sucede cuando se hace la noche en pleno día». «Creo que escribir poesía es la mejor manera de relacionarse con los demás sin hacerse daño», concluye.