Luz Casal reaparece con Coque Malla para poner el broche al Festival de la Luz

Domingos Sampedro
DOMINGOS SAMPEDRO SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La cantante gallega Luz Casal, en plena actuación con Coque Malla.
La cantante gallega Luz Casal, en plena actuación con Coque Malla. Sandra Alonso

El certamen de Boimorto superó el test del covid acotando el aforo a mil personas

13 sep 2021 . Actualizado a las 15:31 h.

La magia se obró primero en Madrid. Fue el pasado abril, cuando Coque Malla ofreció varios conciertos en el Teatro Rialto, en uno de los cuales se subió Luz Casal al escenario para ponerle voz a un bolero. El tema era Silencio, una canción de 1932 popularizada por Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo en Buena Vista Social Club, que Luz y Coque supieron llevar a una nueva dimensión. La versión aún no ha sido grabada, así que en la noche de este domingo volvió a ser interpretada por ambos en Boimorto para poner el broche de oro al solidario Festival de la Luz que, pese al latigazo del covid, echó el cierre con éxito. 

La letra del bolero habla de las penas y el tormento que conviene guardar en silencio, pues su revelación mataría a los nardos y azucenas. Es como una alegoría de las penurias que la pandemia sembró en el mundo de la cultura, en la música, en las ya célebres leiras que parcelan el Festival de la Luz, que en esta edición, la décima, se resistió a ser derrotado por la apatía.

La organización concibió esta vez un festival con un aforo máximo de mil personas, pero priorizando las señas identitarias de este evento, como la zona de acampada, el área infantil, el espacio showcooking o el mercado de artesanía gallega. 

El cartel fue más que meritorio para la que está cayendo. Desde el pop de Nil Moliner, clásicos del rock como Obús, hasta la raíz reinterpretada de Soleá Morente, Sabela, Rodrigo Cuevas y Verto o el indie más íntimo de Alice Wonder.

«Esperamos que el año que viene podamos celebrar el festival en condiciones normales», desean desde la organización. No en vano, para el 2022 se reservaron los festejos por el primer decenio de vida del certamen que puso a Boimorto en el mapa.