Goretti Irisarri recrea en un «thriller» la reunión entre Franco y Hitler

e. v. pita VIGO / LA VOZ

CULTURA

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La viguesa trata en su novela la quema de libros de A Coruña en 1936

02 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La escritora viguesa Goretti Irisarri (Vigo, 1974) paso tres meses confinada en una diminuta buhardilla de Madrid durante el estado de alarma del 2020 por el covid. En esa primavera forjó la novela La traductora, que escribe como siempre mano a mano con Jose Gil Romero (Las Palmas de Gran Canaria, 1971). Se trata de un thriller de espionaje o ficción histórica que narra lo que pasó en esos ocho minutos que tuvo de retraso el tren del general Francisco Franco cuando se dirigía a Hendaya a reunirse con Adolf Hitler en plena Segunda Guerra Mundial para sondear la entrada de España neutral en la guerra en el bando del Eje. El retraso del español impacientó al führer.

«La traductora» será publicado en septiembre por la editorial Harper Collins. Uno de los pasajes de la novela recrea el llamado bibliocausto de A Coruña el 19 de agosto de 1936 (se cumplirán ahora 85 años), la primera quema pública de libros a la que Manuel Rivas también dedicó un volumen. «Es una novela de espías y de aventuras, tiene varios temas secundarios interesantes como el del bibliocausto en época de Franco, que empezó justamente en A Coruña. Más de mil libros ardieron en varias hogueras en la dársena del puerto, frente al Club Náutico y a orillas del mar, que consideraban criminal propaganda», dice Irisarri. Ella misma visitó el escenario. Había obras de Blasco Ibáñez, Ortega y Gasset, Pío Baroja o Miguel de Unamuno, así como la biblioteca personal del coruñés Santiago Casares, que era presidente del Consejo de la república, y los libros del centro de estudios sociales «Germinal» de la ciudad.

«Nuestra idea es que fuera un poco cinematográfica, tipo Hitchcock, con suspense y romance, con su drama y sus toques de humor. Es una novela protagonizada por una mujer y que tiene un ritmo intenso: la parte del tren supone solo ocho minutos en tiempo real, pero ocupa el infartante tercio final de la novela», dice Gil Romero. «Un auténtico reto para nosotros como autores, sostener este crescendo».

La acción que Irisarri y Gil Romero narran en La traductora está ambientada en octubre de 1940. Elsa Braumann es una joven traductora de libros alemanes que subsiste en el Madrid de 1940 al cuidado de su hermana. Una noche, en la Capitanía de Madrid se requiere a Elsa para una misión de carácter secreto y que está relacionada con el encuentro entre Franco y Hitler.

A lo largo de los siguientes días, Elsa comienza a intimar con el capitán Bernal, jefe de seguridad de la operación, hombre cultivado y amante del cine, como ella. Pero alguien amenaza a la joven traductora para involucrarla en una operación de contraespionaje: dispondrá de tres minutos para robar ciertos documentos a Franco en el tren que les llevará hasta Hendaya. El devenir de la Segunda Guerra Mundial está ahora en las frágiles manos de Elsa Braumann, esas que están a punto de traicionar al hombre de quien se está enamorando.

La novela entronca con una tendencia literaria donde las mujeres corrientes se ven involucradas en grandes tramas de espionaje en la Segunda Guerra Mundial.

Nieves Herrero describe La traductora como una «apasionante novela» de «amor, espionaje y libros prohibidos en una magnífica intriga protagonizada por una modesta pero valiente traductora».