La larga conversación de Martínez de Pisón y Rivas con Torrente Ballester

Xesús Fraga
Xesús Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Manuel Rivas e Ignacio Martínez de Pisón.
Manuel Rivas e Ignacio Martínez de Pisón. Marcos Míguez

Ambos autores recuerdan el impacto que tuvo en sus trayectorias literarias el premio que lleva el nombre del escritor ferrolano

27 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ahora 30 y 26 años, respectivamente, que Ignacio Martínez de Pisón y Manuel Rivas ganaron el premio de narrativa Torrente Ballester que convoca la Deputación da Coruña. Fueron dos galardones que llegaron en un momento crucial de sus carreras literarias, que confirmó y alentó sus vocaciones, y que además les facilitó una cercanía con un autor cuya obra admiraban: «Un clásico, historia viva de la literatura», como recuerda Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960).

«Era entonces un escritor joven, con unos pocos libros a mis espaldas, y un premio como el Torrente podía servirme para afianzarme como escritor y, especialmente, para creer en mí», recuerda el autor. «En el largo maratón de la literatura hay muchos que abandonan antes de tiempo. El Torrente me dio fuerzas para seguir, lo que no es poco», añade.

Manuel Rivas, entre Torrente Ballester y Carlos Casares, en 1997.
Manuel Rivas, entre Torrente Ballester y Carlos Casares, en 1997. XOSÉ CASTRO

Para Manuel Rivas (A Coruña, 1957), las motivaciones fueron similares, aunque en su caso había publicado ya tres títulos de narrativa y cinco de poesía. El primero de ellos, Libro de Entroido, había ganado un certamen de O Facho, «algo moi importante para un autor que comeza, esa sensación de que alguén di: ‘‘aquí hai unha planta nova’’». Del mismo modo, en el premio Torrente veía esa «posibilidade de que outra xente, xente sen prexuízos, recoñecese o libro como unha especie nova». Para Rivas, también era crucial que el galardón le ofreciese una visibilidad necesaria a una obra escrita en gallego, un acicate en esa «loita contra a ocultación». «Cando escribo atópome no centro do mundo, nese punto cero, como o lugar onde se trazan as coordenadas mariñas, que é á vez un lugar real e imaxinario», reflexiona. «Pero logo é a ollada exterior a que te sitúa á marxe, nunha periferia, nun lugar subalterno», continúa. «Polo que presentarse ao Torrente, que admitía libros en galego e en castelán, e que se convocaba na miña cidade, tamén tiña algo de desafío».

Un clásico en vida

En ambos casos, el trato cercano con Gonzalo Torrente Ballester que propició la entrega del premio es otro de los recuerdos positivos que todavía atesoran. «Torrente me trató siempre con mucho cariño, lo que para mí fue muy importante», evoca Martínez de Pisón. «Aunque para entonces ya había conocido a algunos escritores consagrados, con ninguno había tenido las largas conversaciones que tuve con él. Pensemos que entonces yo tenía treinta años y él más de ochenta. Para mí era estar con un clásico, historia viva de la literatura, alguien a quien venía leyendo desde la adolescencia».

Rivas también recuerda una «longa entrevista» que mantuvo con Torrente en su domicilio salmantino. «Chegara pola mañá e fixera un día moi solleiro. Pero xa coa caída da tarde chegou unha treboada de súpeto. Marchou a luz e o ceo encheuse de lóstregos. O director de fotografía do mundo comportouse [risas]. O cuarto quedou en penumbra e Torrente empezou a falar dende a escuridade», relata Rivas, que tuvo la impresión de estar ante alguien a medio camino entre un oráculo y el mago Merlín. «Falaba cunha mestura de sabedoría e de ironía», esta última, una cualidad que Rivas sitúa en la tradición cervantina, una cuestión que centró aquel diálogo entre ambos autores.

La Voz publicó en 1992 la crónica de la entrega del premio Torrente a Martínez de Pisón.
La Voz publicó en 1992 la crónica de la entrega del premio Torrente a Martínez de Pisón. LVG

Caminos distintos

Una vez publicados, los libros ganadores siguieron caminos muy distintos. Martínez de Pisón ha decidido no reeditar Nuevo plano de la ciudad secreta. Pese a la importancia que tuvo en su trayectoria, es un libro en el que ahora solo se reconoce a medias. «Es una novela que, tantos años después, me gusta solo parcialmente y que, para recuperarla, tendría que reescribir en parte. ¿Quién sabe? Quizás algún día lo haga y me reencuentre con el joven escritor que era entonces», explica quien luego publicaría títulos tan celebrados como El día de mañana, Enterrar a los muertos y La buena reputación, que le han supuesto premios como el de la Crítica y el Nacional de Narrativa, entre otros. «Me he acabado convirtiendo en un escritor muy distinto del que entonces quería ser. Supongo que es lo normal cuando se empieza a publicar tan pronto como lo hice yo».

Por su parte, Que me queres, amor? sumó al Torrente también el Nacional de Narrativa y varios de sus relatos fueron adaptados por José Luis Cuerda en la película La lengua de las mariposas. Luego seguirían hitos como O lapis do carpinteiro y Os libros arden mal, éxitos que, no obstante, no garantizan nada cuando uno se vuelve a enfrentar a la página en blanco: «É volver a comezar e volver a estar aí. Sempre é un recomezar».

Encuentros, conversaciones y una ruta literaria por A Coruña

Con motivo de los aniversarios de los libros premiados, la Deputación ha organizado diversas actividades complementarias a la edición actual del premio Torrente. El jueves 1 de julio Ignacio Martínez de Pisón celebrará a las 19.00 horas un encuentro con lectores en Moito Conto para el que es necesario reservar plaza en la librería o el correo libreria@moitoconto.com. Además, conversará con Manuel Rivas al día siguiente (20.00 horas) en la Biblioteca Provincial coruñesa, de asistencia también gratuita previa reserva en cultura@dacoruna.gal. En el mismo correo se solicita plaza para una ruta guiada —también el día 2 (17.00 horas)— por el propio Manuel Rivas, que recorrerá los espacios reales de sus novelas.