Ve la luz el Premio Asubío de Novela, voz de la infancia y la juventud excluida

m. c. A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Detalle del acto de presentación del premio, en la Fundación María José Jove
Detalle del acto de presentación del premio, en la Fundación María José Jove Ángel Manso

La Fundación María José Jove y Hércules de Ediciones convocan la primera edición del certamen, con una dotación de 10.000 euros

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nueva iniciativa pionera de la Fundación María José Jove -la última alumbró hace tres semanas el primer museo 100 % virtual de España-, esta vez tejiendo alianzas con Hércules de Ediciones y a través de la creación literaria en su empeño por combatir la exclusión. El primer Premio Asubío de Novela Infancia y Juventud por la Inclusión vio la luz este jueves en A Coruña con una dotación de 10.000 euros -una cuantía «extraordinaria», según reconoció la escritora y miembro del jurado Espido Freire- y una palabra para nombrarlo, Asubío, «moi bonita, galega e unha palabra cargada de simboloxía», contó Laura Rodríguez, directora de Hércules, porque «realmente o que queremos facer é xustamente captar a atención e poñer o foco nos problemas» de violencia y desaliento que sufren los niños y adolescentes en riesgo de exclusión, apuntó.

La convocatoria, que cuenta con respaldo de la Xunta, tendrá carácter bienal y aspira a generar «conocimiento social» sobre una realidad desterrada a los márgenes del mundo que aquí, apuntó Felipa Jove, presidenta de la fundación, ocupará el centro, el marco, el tema o la ambientación de las narraciones a concurso. Hasta el próximo 30 de septiembre podrán enviar autores de cualquier nacionalidad o residencia los originales, escritos en castellano o en gallego.

El fallo del jurado se hará público el 15 de diciembre en la sede de la Fundación María José Jove y en mayo del año 2022, «un mes unido tradicionalmente ao mundo do libro en Galicia», celebró la editora, la novela galardonada se publicará en castellano y gallego en la colección Sin fronteras de Hércules de Ediciones. La empresa coruñesa donará el 5 % de las ventas de ejemplares a la labor social de la fundación.

El jurado está compuesto, además de por Espido Freire, Felipa Jove y Laura Rodríguez, por la profesora e investigadora ad honorem de la Universidade de Santiago Blanca Ana Roig Rechou; Armando Requeixo, investigador y secretario científico del Centro Ramón Piñeiro; José António Gomes, escritor y profesor universitario portugués; y Miguel Conde-Lobato, escritor, director creativo, productor y realizador de cine publicitario.

En los criterios de selección, las bases de la convocatoria apuntan a obras que aborden contenidos relacionados con la discapacidad, los sistemas de reforma, medidas de reeducación, menores extranjeros no acompañados, niños en sistema de protección social o entornos familiares con alcoholismo o drogodependencia. En el auge de la autoficción, «historias que siempre han deseado escribir los escritores y que a lo mejor nunca se han atrevido a contar», invitó Espido Freire.

La escritora de raíces gallegas Espido Freire (Bilbao, 1974)
La escritora de raíces gallegas Espido Freire (Bilbao, 1974) SANDRA ALONSO

Espido Freire: «A veces las niñas no solo no pueden huir del círculo de la marginalidad, sino que deben perpetuarla»

Espido Freire paseó ayer por Riazor, a poca distancia de la casa familiar, y por unas horas consiguió recuperar «cierta sensación de normalidad» en medio del «desgarro» de la pandemia. Después asistió a la presentación del primer Premio Asubío de Novela, de cuyo jurado forma parte, y defendió la capacidad de la literatura para hablarle al individuo, también niño, frente a la etiqueta y lo colectivo.

-¿Qué relación encuentra entre la exclusión y las mujeres?

-Los más excluidos de los excluidos tienen que conjugarse en femenino porque tienden a ser niñas. Y cuando estas niñas crecen no solo están más expuestas a la violencia sexual que los varones, que también la sufren, sino que además son responsables de los cuidados y de transmitir el concepto de honor y la ética normalizada dentro del grupo. Muchas veces no solo no pueden huir del círculo de la marginalidad, sino que deben perpetuarla, son responsables de la continuación de esa misma marginalidad.

-El rol no se rompe.

-Las reticencias sociales siempre estuvieron ahí y dentro de ese rol estaban incluidas virtudes como la paciencia, la abnegación, el silencio o el sacrificio, que ahora no entendemos como tales, sino como mantenedoras de una situación injusta.

-¿La exclusión es invisible?

-El gran problema con los niños tiene que ver con asuntos que no se ven, que están ocultados. Y tienen mucho que ver con los tabús que como sociedad no hemos resuelto: el abuso sexual, la enfermedad mental, el abuso de poder, de quien tiene dinero y se convierte en modelo de referencia para niños que comienzan a trapichear o para chicas que comienzan a prostituirse. Cuando el dinero no está bien repartido y los modelos de éxito están deformados lo que estamos produciendo es una sociedad profundamente desigual en la que los modelos de comportamiento carecen de ética. Y eso lo podemos ensalzar a través de grandes producciones audiovisuales, pero también a través de lo que se muestra en las redes y los ejemplos que ven en los barrios.

-Usted tiene maestría y una legión de seguidores. ¿Es literaria esta híperpresencia del yo?

-El interés de determinadas editoriales por captar a las personas que tienen mayor eco en redes, porque consideran que hay público cautivo, tiende a fusionar ser famoso con ser interesante y no siempre es lo mismo. A esto se une la idea tradicional, romántica o neorromántica, de que para ser escritor o artista es necesario ser alguien atormentado y por lo tanto un narcisista, y cuanto más narcisista y más extravagante mejor artista. Y una tercera cuestión. En redes yo no hablo de lo que soy, sino de lo que hago, trato de ofrecer una ventana al mundo. La exposición egótica no sirve para nada si no muestras qué escribes, la repercusión de tu discurso y la profundidad o no de tu pensamiento.