«Godzilla vs. Kong», duelo de titanes

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

La secuela no tardará en llegar y si algo ha de agradecerse al filme es que haya plantado cara al covid-19, devolviendo público a las salas

06 abr 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

No vas a una pizzería a tomarte un buen cocido, como no entras en una sala a ver a Kong y Godzilla para que te meneen las neuronas, o a subir un nuevo peldaño evolutivo en el arte cinematográfico. No es perogrullada, porque Godzilla vs. Kong va de cara. Enfrentan a ambos monstruos prehistóricos -habitan el planeta desde mucho antes de Adán y Eva…- como coartada para mostrar lo mucho -y bien- que avanza la industria en el campo CGI (imagen generada por ordenador), relegando a los humanos a roles secundarios en el guion, cuando no a caricaturas si exceptuamos a la pequeña sorda, la única que puede comunicarse con Kong, creado en Hollywood por RKO en 1933, frente al bicho japonés, promovido en 1954 por la entonces poderosa productora japonesa Toho. Mientras en la cultura nipona Godzilla está fuertemente enraizado, casi siempre enfrentado a otros monstruos con un furor destructivo que tiene su encanto en el mejor artesanado -maquetas, stop motion, transparencias…-, al gorila gigantesco, una señora rubia le ablandaba el corazón.

Y no hagamos chiste fácil con lo del sexo porque daría mucho juego en futuras secuelas, ya que Kong piensa en masculino y Godzilla en femenino. En todo caso, el primero se halla en su retiro tan ricamente, mientras el segundo, en un incomprensible arrebato destructivo, se acerca a Florida y monta un pifostio, solo un entrante en el menú que espera. Realmente anda en busca del gorila, con lo cual la alternativa será trasladar a este a un lugar que evite sobresaltos a los humanos, aunque de funcionar no habría película…

Acompañamos el plato principal -el cara a cara de ambos titanes- con una guarnición a base de un científico visionario con un plan secreto y su colega antagonista, que tiene ideas más elevadas sobre las criaturas. Eso, resumiendo, porque, al cabo, la tan esperada como reiterativa secuencia final, eleva el clímax a una vorágine de ruido y destrucción en la mejor tradición del género. La secuela no tardará en llegar y si algo hemos de agradecer a la pareja no conviviente Godzilla-Kong es que haya derrotado al covid-19, devolviendo público a las salas. Y tiene su mérito, créanlo.

«GODZILLA VS. KONG»

EE.UU., Australia, Canadá, India. 2021.

Director: Adam Wingard.

Intérpretes: Rebecca Hall, Alexander Skarsgård, Demian Bichir, Millie Bobby Brown, Eiza González, Shun Oguri, Kyle Chandler, Julian Dennison, Zhang Ziyi.

Acción / Fantástico.

113 minutos.