Los faraones de Egipto destapan en la Cidade da Cultura sus secretos ocultos

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La muestra, articulada en nueve espacios, podrá visitarse hasta el 15 de agosto
La muestra, articulada en nueve espacios, podrá visitarse hasta el 15 de agosto PACO RODRÍGUEZ

La exposición cuenta con 140 piezas procedentes del British Museum

27 mar 2021 . Actualizado a las 11:51 h.

Un cara a cara con tres faraones -Mentuhotep II, Thutmose III y otro tolemaico- abre un recorrido de tres mil años por la monarquía egipcia a través de cerca de 140 piezas, que no solo desvelan el simbolismo y el ideario de estos reyes, sino que también permiten acercarse a sus misterios, a esas otras historias que marcaron la antigua civilización. Se trata de Faraón, rei de Exipto, la exposición que desde este viernes hasta el 15 de agosto puede visitarse en el Gaiás. Las piezas exhibidas forman parte de las colecciones del British Museum y recalan en Compostela de la mano de la Fundación la Caixa en colaboración con la Xunta y en el marco de la programación ligada al Xacobeo. «Es un placer poder llevar esta exposición a Galicia y descubrir a la gente algunos de los secretos escondidos de esta civilización», dijo, por vía telemática y desde el Reino Unido, la comisaria jefe de la muestra, Marie Vandenbeusch.

En un recorrido a media luz, articulado en nueve apartados diferentes, las estatuas monumentales conviven con minúsculas joyas llenas de detalles, relieves y papiros, entre otras piezas, para acercar la figura del faraón desde todos sus puntos de vista, tanto como ser divino, como en su vida de palacio, como guerrero... Entre las obras, destacan la estatua del dios Re-Horakhty, durante el reinado de Ramsés II; la cabeza del faraón Tutmosis III con una corona blanca, símbolo del Alto Egipto; o una estatua del funcionario del gobierno de Sennefer, a quien, pese a no ser faraón, su importante rango le permitió encargar una escultura de excelente factura y que representa a un hombre sentado envuelto en un manto. Estas obras de mayor tamaño conviven con múltiples pequeños detalles, como un sello de oro, «que non é doado que chegara aos nosos días polo fundido que facían destas pezas e polo saqueo», aseguró María Pereira, directora de acción cultural de la Cidade da Cultura. También se puede encontrar el considerado como primer tratado de paz de la Historia, tras la batalla entre los egipcios y los hititas, en una pieza donde aparecen los pies de Ramsés II; o un fragmento de la tumba de Seti, «que é considerada como a Capela Sixtina das tumbas».

En la exposición hay espacio para la figura de la mujer. «Non sempre os faraóns foron homes, tamén houbo oito mulleres», detalló Pereira. Y una de las presentes es Hatshepsut. Tampoco fueron siempre egipcios los que ostentaron el poder durante estos tres milenios, sino que estos terrenos del Valle del Nilo también fueron conquistados por extranjeros. Así, está Alejandro Magno, que aparece en la muestra tanto en la representación egipcia como faraón como en el estilo helenístico. Y si los faraones figuran siempre en actitudes victoriosas, los prisioneros y cautivos lo hacen de manera sumisa. El recorrido expositivo por la antigua civilización concluye con un apartado dedicado a la vida eterna, que tenía gran importancia para los faraones. Una muestra de ello son los ushebti, estatuillas con forma humana que se colocaban en las tumbas para que realizasen tareas en sustitución del difunto.

La exposición, que también incluye visitas guiadas para las que es necesaria reserva, fue inaugurada ayer por el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y por el director corporativo de cultura y ciencia de la Fundación la Caixa, Ignasi Miró.