Feijoo destaca la relevancia que tuvo la escritora para que los gallegos tomaran «conciencia da nosa terra»
24 feb 2021 . Actualizado a las 15:04 h.«Miña terra, miña terra, / terra donde me eu criei, / hortiña que quero tanto, / figueiriñas que prantei». Las referencias que contiene uno de los poemas más célebres de Rosalía de Castro, extraído del libro Cantares Gallegos y musicado, entre otros, por Amancio Prada, dieron pie al homenaje institucional que este miércoles se le rindió a la escritora en el Parlamento gallego, en cuyo recinto se plantó un hijo de la higuera centenaria que se conserva en la casa-museo da Matanza, en Padrón, que se cree pudo ser plantada por la propia Rosalía de Casto o por alguien de su familia.
Coincidiendo con el Día de Rosalía, que conmemora cada 24 de febrero en nacimiento de la escritora gallega más universal, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el del Parlamento, Miguel Santalices, participaron junto a al responsable del Consello da Cultura de Galicia, Rosario Álvarez, y el presidente de la Fundación Rosalía de Castro, Anxo Angueira, en la plantación de la figueiriña, mientras el gaiteiro Jesús Olimpio Giráldez interpretaba la pieza Alborada de Rosalía.
«Rosalía fíxonos tomar conciencia da nosa terra, da importancia do noso pobo e da relevancia de ter unha cultura e unha fala de noso», destacó Feijoo durante su intervención en el homenaje, antes de poner en valor que la semilla que la autora plantó «tamén florece de forma extraordinaria na terra fértil do noso autogoberno», que le permitió a la lengua gallega recuperar el papel protagonista que le correspondía.
El legado de Rosalía sigue vivo —relató Feijoo— en muchos creadores que vinieron después, en el interés que sigue suscitando su obra, en los centros educativos y en instituciones como el Parlamento. De hecho, el jefe del Legislativo gallego, Miguel Santalices, anunció en el acto que la Cámara mantendrá una colaboración más «estable» con la fundación que vela por el legado de la poetisa, y no dejó pasar la oportunidad para reivindicar la labor que tuvieron otras tres mujeres gallegas contemporáneas de Rosalía, como fueron Concepción Arenal, Juana de Vega y Emilia Pardo Bazán, «sempre comprometidas co seu pobo e adiantadas ao seu tempo», señaló Santalices, lo que las convierte también, junto con Rosalía, en «eterna fonte de inspiración» para los gallegos.
El retoño de la higuera rosaliana se incorpora así al patrimonio emocional que custodia el Parlamento gallego, del que también forma parte, por ejemplo, algún cuadro de Ovidio Murguía, hijo de la escritora, así como la biblioteca personal y el escritorio de Carvalho Calero, uno de los originales del mapa de Galicia de Domingo Fontán o el acta manuscrita de la asamblea de parlamentarios gallegos, embrión de lo que después fue el primer Parlamento de Galicia.