No hace mucho, el 4 de noviembre del 2019, el poeta depositó un legado en el Instituto Cervantes de Madrid -en la caja número 1019 de la cámara acorazada, que se abrirá el 11 de mayo del 2038, fecha en la que se cumplirá el centenario de su nacimiento: dos volúmenes inéditos, uno en catalán y otro en español- durante un acto en el que reivindicó tajante: «Soy un poeta catalán, pero también castellano, coño». Nunca publicó un libro sin su versión en español, insistió para admitir que era un idioma que «un señor llamado Francisco Franco» le impuso «a patadas». «Ese castellano no se lo pienso devolver ahora», objetó para agregar, eso sí, que su lengua materna era el catalán.