La cineasta georgiana Dea Kulumbegashvili prescinde de las reglas básicas de la narración en un relato próximo a lo experimental, coherente y que alcanza intensidad gracias a la convicción dramática de la protagonista
05 dic 2020 . Actualizado a las 10:42 h.La cámara está para ser utilizada como al cineasta le plazca. Desde colocarla, hasta la duración de un plano. Enfocar o desenfocar. Prescindir de la música o no. Limitar o abusar del sonido. Contextualizar la trama o, simplemente, centrarla en los vaivenes emocionales de un personaje, motivado por circunstancias que no se explican, confiando en el espectador para su detección. Todo eso brujulea sobre Beginning, ópera prima de la georgiana Dea Kulumbegashvili, aunque formada en Estados Unidos, cuya opción es prescindir del legado aristotélico en cuanto a las tres reglas básicas de la narración -simplificando: presentación, nudo y desenlace-, para adscribirse al tino y tono más próximo a lo experimental, que no vanguardia. En eso su propuesta es coherente, alcanzando intensidad gracias a la convicción dramática de la protagonista, su paisana Ia Sukhitashvili, de sólida formación teatral, muy puesta para trasladarnos la tormenta emocional que le afecta, aunque el guion escabulla los detalles, otra elección consciente.
En todo caso, que el Festival de San Sebastián le haya concedido los premios a la mejor película, directora, guion y actriz, es un honroso gesto de coherencia. Claro que una cosa es lo que nos muestra la cuarta pared en un ejercicio de absoluta libertad creativa, y otra diferente la de quienes aposentan en su butaca esperando a que les revuelvan las neuronas. Es ahí en donde quiebran las unanimidades. Lo que unos consideran inteligencia, otros lo ven incapacidad. El uso del plano largo -y por momentos eterno- puede ser también síntoma de impotencia narradora. Hay autores que lo consideran -están en su derecho- una rebelión contra la taquicardia y el ritmo acelerado, un vicio del entertainment puro y duro, de cortes en montaje sin sentido y al servicio de una peripecia banal. Cierto, la vida no es eso. Sabemos que la mujer del pastor evangélico no pasa por un buen momento e intentamos comprenderla, aunque poniendo mucho de nuestra parte. Quizá podría filmarse lo mismo sin tanto retorcimiento. Pero se llevó la Concha de Oro y eso es lo que cuenta.
«DASATSKISI»
Georgia- Francia, 2020.
Directora: Dea Kulumbegashvili.
Intérpretes: Ia Sikhitashvili, Kakha Kintsurashvili, Rati Oneli.
Drama.
130 minutos.