El contratenor coruñés se forjó en la cantera de su ciudad natal, primero con los Niños Cantores de la Sinfónica y después en el Coro Cantábile, por cuyo director, Pablo Carballido, siente una gran admiración. «Realmente, fue mi trampolín a Basilea», recuerdo. Por eso ha tenido algo de regreso simbólico la participación de Miguélez en la Programación Lírica de A Coruña para interpretar con gran éxito Vendado es amor, no es ciego, del compositor español del XVIII José de Nebra, una pieza que también ha registrado para Glossa. Una tarea no exenta de dificultades, ya que el cantante califica de «milagro absoluto» que se pudiese llevar a cabo la grabación. «Fueron muchos meses de no dormir tratando de reunir el dinero necesario», evoca, con el alivio de quien ha podido cumplir.
Como a muchos otros artistas, a Miguélez la pandemia le ha costado numerosas cancelaciones, por lo que la ilusión que ha traído Parténope se ve lógicamente empañada por el temor al impacto del coronavirus en sus planes a corto y medio plazo. Entre otras citas, un par de proyectos con René Jacobs para los años 2021 y 2022 de los que todavía no puede hablar.