
Fluye cine por las venas de Abel Ferrara (Nueva York, 1951) y ni una de su treintena larga de historias, filmadas desde comienzos de los setenta, dejan indiferente, sean cortos o largos, trabajos para televisión, ficciones o documentales. Tiene, eso sí, un marcado sello autoral con el que regresa a sus miedos y obsesiones, esos demonios que arrancan de una formación católica y su correspondiente carga de culpa, sexo, pecado, perdón y redención que en Tommaso aparecen ya muy recargadas, tirando una vez más de su actor-fetiche más utilizado desde finales del pasado siglo, Willem Dafoe, también amigo. Aquí más que nunca es su alter ego en esta producción de apariencia indie en lo económico, por momentos casi como una película doméstica que no excluye algunas tentaciones experimentales en cuanto a estructura narrativa y caligrafía formal.
De nuevo afloran sus demonios a través de este artista estadounidense que se establece en Roma con su esposa y su pequeña -en la ficción, la familia del propio Ferrara-, y se propone aprender italiano mientras intenta dar forma a un nuevo proyecto.
Realmente son dos películas en un singular autorretrato, que convergen o divergen a capricho del autor, sin importarle que por momentos el espectador se vea incapaz de seguir el ritmo a tanta excentricidad o, lo que es peor, descarrile de la trama. Una la conforman sus relaciones de pareja que comienzan rayando en lo tópico y, justamente por eso, adivinamos que acabarán como los garrotazos de Goya. Otra, quizá la más ferrariana, la del protagonista con alcohólicos anónimos y toda una batería de insertos que retratan a un personaje obsesivo, con un clímax que décadas atrás resultaría provocativo y ahora se parece más a una butade: Dafoe crucificado como ya lo era en el filme de Scorsese -también italoamericano, neoyorquino y de formación católica- La última tentación de Cristo (1988). Y ello aunque no sepas muy bien cómo tomártelo, si como la puerta de cierre a un fulano atormentado que se cree Jesucristo y busca su redención final o una provocación ya algo demodé. Eso sí, deja poso.
«TOMMASO»
Italia. 2019.
Director: Abel Ferrara.
Intérpretes: Willem Dafoe, Cristina Chiriac, Anna Ferrara, Stella Mastrantonio, Lorenzo Piazzoni, Alessandro Prato, Alessandra Scarci.
Drama.
115 minutos.