Romper para coser, una forma de intervenir los libros para reinterpretarlos

gabriela consuegra / x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Una de las obras de Elisa Terroba
Una de las obras de Elisa Terroba fundación laxeiro

Elisa Terroba presenta su obra en la Fundación Laxeiro hasta el 4 de octubre

28 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Elisa Terroba (Málaga, 1986) aprendió de su madre a no dejar las manos quietas, a que hay que estar en constante movimiento y dejarse llevar para crear, para servir como un canal que conecte lo humano y lo divino; no hay atajos, no hay otra forma. «Mi madre siempre está cosiendo o haciendo croché y esa metodología propia de ella, estar siempre con las manos sin parar, me llevó a descongestionar mi trabajo, a darme cuenta de que tenía que ponerme a trabajar hasta que saliera algo que tomara su propia forma. Así surgió esto», explica la artista creadora de Tejer los referentes, una muestra que expone la Fundación Laxeiro y que se puede visitar hasta el día 4 de octubre.

Desmontar, disolver y fragmentar el libro para construirlo de nuevo, de forma diferente, de eso se trata la obra de Elisa Terroba y esta, su primera exposición individual en Galicia. «Los libros son la parte central de mi trabajo. Los investigo en su forma, como un contenedor de información, y también lo que supone para el ser humano que se transformen. Son un objeto mítico de nuestra cultura, han sido siempre el lugar donde la humanidad ha resguardado su pensamiento, su conocimiento: todo nuestro saber está alojado en ellos. Sin embargo, el formato digital ya les ha robado la cualidad de soporte primigenio, entonces el libro, como soporte, está en colisión. Por eso, cuando manipulo libros, los rompo, los construyo, de una forma u otra, busco abolir sus fronteras», señala.

La serie titulada Tapices articula toda la muestra, está compuesta por libros cuyas páginas han sido desmontadas y cortadas cuidadosamente, para convertirlas en hilos de papel con los que, literalmente, la artista teje un tapiz que permite contemplar todo lo que el libro cuenta, pero que, al mismo tiempo, hace ininteligible el contenido original. «Aunque están intervenidos, el lenguaje continúa manteniendo un especial interés: te tienes que acercar, tienes que leer, tienes que entender que es un colofón. Se trata de hacer un viaje. Quiero que la gente entre en una dimensión en la que se cuestione y se haga preguntas: “¿Qué esto? ¿Es un libro completo? ¿Y qué libro es? ¡Ahí reconozco algo! ¡Eso es un trocito de un cuadro de Velázquez!”. Así busco que el espectador se enfrente a la obra», desvela la artista.

La artista Elisa Terroba
La artista Elisa Terroba

Con respecto a la estética de esta muestra, Terroba reproduce la belleza del error y la fragmentación: «Mi trabajo es muy analógico, sobre todo esta serie de los tapices, pero bebe mucho de lo digital, por eso siempre relaciono esta obra con la estética glitch. El concepto que está detrás es que hoy en día consumimos miles de imágenes en segundos y ese consumo rápido es lo que intento reflejar cuando el espectador se encuentra en mi obra con todo un movimiento artístico a golpe de vista. En una sola pieza, por ejemplo, puedes ver todo el Barroco», aclara la artista.

Entre lo íntimo y lo social

Finalmente, Terroba explica que sus piezas son, sobre todo, una forma de representarse a sí misma, aunque tengan también un carácter social. «Casi todos las creaciones tienen un carácter intimista, incluso si se trata de obras políticas, porque abordas los temas desde tu visión y tus propias experiencias. Los colores que mezcla mi madre cuando cose, por ejemplo, condicionan cómo mezclo yo los colores de los libros y de las telas de papel que uso para tejer. Al final, ahí hay un dialogo, sin querer, pero que está presente», confiesa. Lo mismo pasa con su formación: «Siempre estamos revisando lo que otros artistas han hecho, retomando ideas, volviendo a pensar muchos conceptos que ya se han trabajado a lo largo de la historia del arte. Mi formación es artística y por eso he recurrido a esos libros para construir la obra y para contar la historia del arte», asegura.