«La caza»: De liebres y de tortugas

eduardo galán blanco

CULTURA

El filme de Craig Zobel no aporta nada ala larga tradición en el cine de la caza humana

03 ago 2020 . Actualizado a las 10:00 h.

En los primeros años treinta, El malvado Zaroff, pequeño gran clásico de aventuras fantásticas, inauguró una larga filmografía de tipos locos que se dedicaban al deporte de la caza humana. Tras casi noventa años y decenas de revisiones cinematográficas del relato de Richard Connell -inolvidable autor de Juan Nadie-, nos llega ahora una pretenciosa y agotadora versión gore. Absolutamente innecesaria. Poco sadiana y excesivamente sádica.

Lo peor de todo es que la cosa viene cargada de caprichosos guiños -a George Orwell y a su Rebelión en la Granja, a El mago de Oz y ¡hasta a Mahler!- que, lejos de resultar ocurrentes, se nos antojan la vulgar exhibición chapucera y fatua de unos falsos talentos tarantinianos.

La película comienza con la conversación por redes sociales de un grupo de amargados empleados de una multinacional norteamericana que hablan de «matar a 12 deplorables en la Mansión». En la tercera secuencia ya estamos en un bosque de Croacia, con las presas y los cazadores metidos en faena. Aunque desde el minuto uno nos temimos lo peor, lo cierto es que el arranque no funcionó mal, dentro de las coordenadas del género fantástico y terrorífico. Pero los guionistas, gente joven curtida en el del oficio de las series televisivas -de Perdidos a The Leftlovers- carecen de paciencia y enseguida quieren epatarnos -¡ah, el mal de la ignorancia y la prepotencia juvenil!-, se pierden por darlo todo y demostrarnos que son muy listos. Resultado: se les ven todas las costuras a sus creaciones. Irritante deviene la evocación de la fábula de la liebre y la tortuga que Betty Gilpin recrea a su aire, a lo loco, sin que la dirijan. Pero, al menos, desde ahí, ya todo nos queda claro. Efectivamente, el mal suele venir con las prisas de los sobrados.

Los personajes solo son marionetas, por mucho que las apoyen actores tan convincentes como Swank, Gilpin, Amy Madigan o Ethan Suplee. Y el exceso de violencia gratuita -voladuras de cuerpos, mutilaciones, explosiones de sangre y otras lindezas- nos acerca a la náusea. Tampoco el supuesto sentido del humor socarrón -maldita la gracia que nos hace- hará reír a los veteranos cinéfilos; quizá lo consiga con los que solamente conocen las imágenes producidas para la tele y el cine de este siglo.

«THE HUNT»

EE.UU., 2019.

Director: Craig Zobel.

Intérpretes: Betty Gilpin, Hilary Swank, Ethan Suplee, Wayne Duvall, Amy Madigan, Reed Birney, Ike Barinholtz, Emma Roberts, Sturgill Simpson.

Acción-terror.

90 minutos.