Schumacher tomó el testigo de Tim Burton para continuar la historia de Batman. Fichó a Val Kilmer para Batman Forever, donde se enfrentaba a Tommy Lee Jones y Jim Carrey como villanos en una cinta que fue un gran éxito de taquilla pero que obtuvo flojas críticas. Mucho peor fue el recibimiento de Batman & Robin, con George Clooney como Batman y que se llevó unas reseñas pésimas. Esta cinta reforzaba una curiosa estética entre camp y kitsch e irritó a los fans más estrictos que tenían a Batman como un superhéroe en un mundo de tinieblas. No obstante, Schumacher, que era gay, ahondaba en esta película, de manera más o menos sutil, en la famosa interpretación homoerótica de las aventuras de Batman y su compañero Robin.
Fuera ya de Batman, Schumacher continuó con títulos de lo más diverso, como la adaptación del musical Andrew Lloyd Webber's The Phantom of the Opera o la obsesión matemática y sobrenatural de The Number 23 (2007). Su último trabajo tras las cámaras fue dirigiendo dos episodios de la serie House of Cards (2013-2018).