La historia de Joy Division se revisa una vez más 40 años después

La Voz REDACCIÓN

CULTURA

.

El periodista musical británico Jon Savage publica «Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás», un volumen sobre la banda

17 jun 2020 . Actualizado a las 08:45 h.

Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás, que narra la historia de Joy Division y del Manchester pospunk a partir de 1980, cuando el grupo de Ian Curtis editó su último disco, Closer. Tal y como informa EFE, Joy Division publicó en 1980 su segundo y último álbum, Closer, y su famoso sencillo Love Will Tear Us Apart, poco después del suicidio de su vocalista, Ian Curtis; ahora, 40 años después, Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás (Reservoir Books) explica con detalle la historia del grupo.

Savage llegó a Manchester a finales de los 70 y descubrió la nueva ciudad con la mítica formación de pospunk: «Joy Division se convirtió en la banda líder de la escena de Manchester. Interpreté la nueva ciudad en la que viví a través del sonido de Joy Division».El periodista es un gran conocedor de la formación, ya que a través de su trabajo en televisión en el Manchester de los setenta se movió en los círculos de la banda: «Querían a alguien que hablase con esa banda y estuve cercano a toda la cuestión».

En Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás hay entrevistas inéditas a los miembros de la banda, fruto de todo el rodaje del documental Joy Division (2007), dirigido por Grant Gee y con guion del propio Savage, que contó con la participación de los tres miembros que aún viven del grupo. «Hicimos entrevistas muy largas, de más de cuatro horas con miembros de la banda como Bernard Summer, que no usamos. Pensé que sería buena idea expandir todo esto en un libro que explicase la historia de Joy Division», comenta el periodista sobre los músicos que posteriormente formaron New Order.

«Joy Division son realmente grandes, hacían arte. Estaban inspirados por el punk, pero hacían música por ellos mismos, muy única, con guitarras graves y distorsionadas que sonaban como el heavy metal, pero, al mismo tiempo, a veces sonaban con toques psicodélicos y melodías muy cuidadas», explica acerca de la música de la banda.

A todos estos elementos, Savage añade la fuerza de las letras y la voz de Ian Curtis, cantante de la banda que se suicidó con 23 años, el 18 de mayo de 1980, a quien compara «con Jim Morrison».

La figura de Ian Curtis es uno de los elementos centrales en Joy Division: «De alguna manera nunca le conoceremos bien», dice Savage, quien propone acercarse al cantante «a través de sus canciones, por las que levanta interés, aunque nunca llegaremos a descubrirle del todo». Señala que el gran legado de Joy Division es que a día de hoy, décadas después, «todavía suenan contemporáneos», aunque matiza que para él lo importante no es «el legado de Joy Division, sino su grandeza, porque son una banda única».

El autor de la biografía anima a la gente que no conoce a la banda a escuchar Joy Division -«es tan fácil como ponérselos en Spotify»- y disfrutar de la historia de una formación mítica que gustará a todo aquél con pasión «por el rock poderoso, las buenas letras y el contenido emotivo»