Autores gallegos de marchas de Semana Santa que solo suenan fuera de Galicia

CULTURA

Los instrumentos de viento son frecuentes en este tipo de composiciones
Los instrumentos de viento son frecuentes en este tipo de composiciones XAIME RAMALLAL

Díaz César rescata a compositores de casi cien obras que son interpretadas en Andalucía, Castilla y León o Guatemala

12 abr 2020 . Actualizado a las 23:42 h.

«Galicia cuenta con un importante grupo de compositores de marchas procesionales de Semana Santa, generalmente desconocidos para los gallegos, e incluso, y esto es más grave, desconocidos, o al menos olvidados, para un gran número de bandas gallegas de música de todo tipo, así como para las cofradías que por ello no piden que se interpreten». Esto sostiene José Díaz César, granadino de nacimiento pero que lleva cincuenta años en A Coruña donde ha sido uno de los impulsores, en el 2007, de la Cofradía del Amor y las Angustias.

Asegura Díaz César que «algunos de nuestros compositores gallegos de este tipo de marchas de procesión son muy conocidos en semanas santas tan prestigiosas como las de Castilla y León, Andalucía y otros sitios de España, donde sus marchas son muy tocadas». E incluso «son interpretadas en tierras de Hispano-América, como por ejemplo en la Semana Santa de Guatemala».

Por todo ello ha elaborado un texto divulgativo que «no me permite que me extienda en las biografías, siquiera someras», y consiste en una relación de autores, con su fecha de nacimiento y, si es el caso, fallecimiento y los títulos de las obras que ha compuesto. Ahí están desde Reveriano Soutullo Otero (Ponteareas, 1889-Pontevedra, 1932) hasta Prudencio Romo González (Noia, 1927-Santiago, 2007), uno de los fundadores de Los Tamara y autor de la marcha procesional Cautivo de Nosa Señora.

Explica Díaz César que las marchas de Semana Santa «pueden ser interpretadas por bandas de cornetas y tambores o por las llamadas agrupaciones musicales que utilizan todo tipo de percusión y otros instrumentos pero solo de viento-metal. Normalmente este tipo de marchas interpretadas por cornetas y tambores y por agrupaciones, por ser más recias, son dedicadas a las distintas imágenes de Cristo en los diferentes misterios de su Pasión, Muerte y Gloria».

Por otra parte, detalla, las bandas de música tradicionales «utilizan todos los instrumentos de percusión y de viento [de madera y de metal] para tocar aquellas marchas generalmente más dulces, dedicadas a las distintas advocaciones de la Virgen». Un ejemplo de estas últimas son la mayoría de las veinte marchas de Ginés Sánchez Torres (Betanzos, 1928-A Coruña, 1999), saxofonista y autor de piezas como Reina de los cielos, Pasa la Virgen de los Dolores o Sevilla llora

Instrumental de «La saeta»

Ginés es el segundo autor de la relación que César elaboró «por orden de importancia de los músicos en cuanto a conocimiento e interpretación de sus partituras y al número de marchas compuestas». El primero es Ricardo Dorado Janeiro (A Coruña, 1907-Madrid, 1988), que escribió 18 obras de este tipo, «así como la adaptación de dos marchas fúnebres: la de Sors y la de Thalberg». Entre las composiciones de este alumno de Turina y Manuel de Falla están Máter Mea, la más conocida, y Getsemaní.

El tercero de dicha relación es Guillermo Fernández Ríos (Noia, 1936-A Coruña, 2004), una de cuyas 14 marchas es la instrumental de La Saeta, de Machado, cantada por Joan Manuel Serrat. Le siguen, con trece obras, el mencionado Reveriano Soutullo, conocido del gran público por zarzuelas como La leyenda del beso, El último romántico o La del Soto del Parral, todas ellas compuestas junto con Juan Vert.

La lista continua con autores de una o dos piezas como son «Antonio Amigo Ramos (Grixoa de Cícere-Santa Comba, 1926- ¿...? 1985), autor de dos marchas, una de ellas, Taurus, dedicada a la Semana Santa de Toro-Zamora»; Juan Montes Capón (Lugo 1840-1899), Enrique Arbós Adami (Santiago, 1835-Madrid, 1922), José Iglesias Ramilo (Valadares-Pontevedra, 1956) y «José Blanco, nacido en Lugo en la segunda mitad del siglo XIX y fallecido en la misma ciudad en 1922. Es el autor de la marcha Triunfal, adaptación de Cantamos al Amor de los amores», explica César. Completan el elenco de compositores olvidados Ramón González Varela (Betanzos, 1837-A Coruña, 1907), que compuso la marcha El Señor de la Pasión de Sevilla; Germán Lago Durán (Vigo, 1883-Madrid, 1967) y Salvador Jordán Doré (Ourense, 1872-1929) autor de La lágrima de un poeta.

Apunta Díaz César que de los compositores gallegos Xosé Carlos Seráns Olveira y Adonis Ferreiro García no logra «encontrar datos fehacientes, aunque parece que compusieron alguna marcha procesional de Semana Santa» y concluye: «No incluyo como autor gallego a Rodrigo Alfredo de Santiago Majó (Baracaldo, 1907-A Coruña, 1985) que vivió muchos años en la ciudad herculina, donde fue director de su banda municipal y es autor de la marcha Virgen del Castillo Viejo».

En esta Semana Santa tampoco sonarán estas casi cien obras de autores gallegos pero el trabajo de José Díaz César es un primer paso para que regresen del exilio.