En el escritorio de Mario Vargas Llosa

x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Vargas Llosa, con algunos de los asistentes al simposio sobre el escritor en A Coruña
Vargas Llosa, con algunos de los asistentes al simposio sobre el escritor en A Coruña CESAR QUIAN

La Universidade da Coruña publica un libro de ensayos sobre el escritor que incluye una entrevista donde el Nobel explica su proceso de trabajo y otras claves de su obra

07 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos grandes escritores como son Julian Barnes y Mario Vargas Llosa tienen en común, además de su devoción por Flaubert, una concepción de la literatura como un artefacto que se vale de la mentira -la ficción- para relatar verdades de una forma más efectiva que la verdad misma.

Esta idea la recoge en un ensayo sobre el escritor hispanoperuano María Jesús Lorenzo-Modia, editora del volumen Sobre Mario Vargas Llosa, una colección de textos analíticos acerca de su obra, además de una entrevista en la que el premio Nobel desgrana su método de trabajo y ofrece otras claves para entender su universo creativo. El volumen lo publica la Universidade da Coruña y toma como base el simposio internacional que celebró en marzo del 2019 organizado por esta institución.

La conversación pública que María Jesús Lorenzo condujo con Vargas Llosa ante los asistentes al simposio cobra ahora, recogida en este volumen, naturaleza de documento revelador sobre los mecanismos que el autor despliega en su escritorio a la hora de concebir su obra. Por ejemplo, explica que sus historias nacen de algo que le ocurre, que ve, que oye, que lee, y su curiosidad acaba por desarrollar. En la entrevista se adentra en ese proceso: cómo toma notas y hace diagramas, antes de redactar un primer borrador «que es una lucha contra la inseguridad». Esa versión original del futuro libro sirve, entre otras cosas, para que se cerciore de que va a ser capaz de «levantar esa historia».

De entre los aspectos más técnicos, Vargas Llosa subraya dos como fundamentales: «Lo primero que tiene que inventar un escritor es el narrador de la historia» y el tiempo dentro de una novela, otra «invención». Con estos dos elementos, el escritor trabaja la segunda y la tercera versión de su libro, donde ya «se divierte», frente a las inseguridades del borrador inicial.

Otros elementos de interés de la entrevista son el papel crucial de la agente Carmen Balcells en la carrera de Vargas Llosa -y de otros como García Márquez-, las traducciones de sus libros, su experiencia con el cine y el teatro y curiosidades como los cortes de la censura en su obra: La ciudad y los perros, que se publicó en la España franquista con unas breves matizaciones, fue mutilada en su edición soviética.

El propio Vargas Llosa también aporta un texto propio a este volumen colectivo, donde detalla con mayor profundidad la importancia de Balcells en su carrera y en la de los autores del bum latinoamericano. Por su parte, Juan Cruz escribe desde la proximidad al autor para abordar sus fuentes y motivaciones, mientras que la doctora Madeleine Gladieu examina sus primeros textos poéticos y la influencia que ejercieron en su obra posterior. El crítico Efraín Kristal se ocupa de relacionar la literatura de Vargas Llosa con la de Borges, Faulkner y Mann, paralelismos que en el caso de la contribución de Roy C. Boland se remiten a J.M. Coetzee. El libro se completa con otros dos artículos, el de Concepción Reverte sobre las relaciones del escritor con el nacionalismo y el patriotismo político, y el de Lorenzo-Modia sobre las relaciones entre historia y ficción y la recepción de la obra de Vargas Llosa.