Santiago Posteguillo: «Muchas veces la forma de actuar y pensar es igual que hace 2.000 años»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Posteguillo presentó a principios de mes en el muro de Adriano (Gran Bretaña) su novela
Posteguillo presentó a principios de mes en el muro de Adriano (Gran Bretaña) su novela carlos ruiz b. | Planeta

El autor cierra la saga iniciada con «Yo, Julia» ofreciendo una nueva cara de la emperatriz romana

17 mar 2020 . Actualizado a las 18:58 h.

Santiago Posteguillo (Valencia, 1967) concluye con Y Julia retó a los dioses la saga sobre la emperatriz romana Julia Domna iniciada con Yo, Julia, premio Planeta 2018. El autor, que ayer tenía previsto acudir a Santiago pero no pudo por culpa del estado de alarma decretado por el coronavirus, poco se podía imaginar cuando escribió esta historia que iba a haber más paralelismos de los previstos entre su novela y la actualidad, porque en ella introdujo el virus de la viruela.

-Vuelve Julia Domna y lo hace diferente a «Yo, Julia». ¿Por qué? A veces, incurre en actitudes que la persona que leyó el primer libro no la reconoce por completo.

-Lo que ocurre es que cuando crecemos y maduramos, absolutamente todos evolucionamos y nos vamos transformando. Y Julia no es diferente a cualquiera de nosotros en ese aspecto. Al crecer y al estar en el poder sometida a las presiones, Julia evoluciona. La que era una mujer joven, cargada de ilusión y de ambición, se encuentra como una mujer madura rodeada de problemas y de conflictos que tiene que afrontar de forma muy complicada. Eso la transforma y aparecen sombras en el personaje. Cada una de las sombras que vamos a encontrar en Julia son fruto de las circunstancias y creo que cualquiera de nosotros en un contexto similar no sé si habríamos sabido responder con la entereza y la dignidad de Julia.

-Cuando hablábamos hace unos años de «La legión perdida», me decía que Trajano era un ejemplo para los políticos actuales. ¿También puede serlo Julia por su sentido del deber o esas sombras se lo impiden?

-Hay transgresiones morales que hace Julia que no son recomendables nunca, pero las hace siempre en defensa propia. Y por otro lado, si examinamos que Julia como gobernante se rodea de intelectuales, científicos y filósofos para recibir el mejor consejo posible; si observamos que tiene un planteamiento ante la eutanasia muy avanzado; si observamos que lucha con una dignidad asombrosa contra un cáncer de pecho; si consideramos que Julia, en una crisis sanitaria como el brote del virus de la viruela tremendamente agresivo, decide que a quien hay que hacer caso rápidamente es a la autoridad sanitaria, que es Galeno; si consideramos todas estas cosas, en Julia, como gobernante y como estadista, hay mucha más luz que sombra. Hay mucho más de ejemplo que cosas a no imitar. Además, lo a no imitar siempre es en el ámbito privado. Incluso, algunas de las transgresiones morales en el ámbito privado las hace por el bien común. Hay mucho de admirar en Julia.

-Cuestiones que aborda en la novela parecen actuales. La epidemia de la viruela, el rechazo a Julia por ser de origen sirio...

-Siguen porque la naturaleza humana no avanza a la velocidad que lo hace nuestra tecnología. Tenemos teléfonos móviles, radios, televisiones, naves espaciales... pero la forma de pensar y de actuar muchas veces sigue siendo la misma ahora que hace dos mil años. Escribir del Imperio romano me permite hacer muchas relaciones o extrapolaciones con lo que pasa hoy día. Cuando hablaba del tema de la xenofobia y del odio a Julia en las élites romanas por ser extranjera, sí que lo estaba escribiendo pensando que tenía una lectura actual. Lo que no podía imaginar cuando estaba describiendo lo de la viruela era lo de este nuevo virus. Esto me confirma que leer novela histórica, del pasado, del mundo de Roma, nos puede hacer aprender, reflexionar y mejorar.

-Entonces, ¿hace más de dos mil años podemos encontrar respuestas para el siglo XXI?

-Sí, en Y Julia retó a los dioses hay varias ideas importantes que sin duda alguna son importantes para reflexionar mucho hoy día. Pensando, por ejemplo, en el tema de la viruela y en cómo el poder político no duda de forma inmediata en hacer caso de los consejos del autoridad sanitaria de la época, que era Galeno.

«Rescataré a más mujeres de la antigua Roma en una serie»

En esta nueva novela sobre Julia hay menos batallas que en anteriores obras de Posteguillo. Además, el autor echó mano de la mitología «para dar un final épico al personaje».

-¿Cómo pudo mantenerse Julia en ese mundo de hombres?

-Indudablemente, por ser una persona de mucha inteligencia. Por un lado, el rodearse de consejeros sabios, lo que la ayuda a tomar las mejores decisiones. Por otro lado, una tenacidad que no es la habitual. También saber influir con mucha habilidad en aquellos hombres de su entorno próximo, que eran, además, los que regían el mundo.

-Galeno, que es la voz del relato, dice al principio: «Tantos han sido los enemigos de la emperatriz, que no habrá muchos que quieran recordarla en la medida que se merece». ¿Es esa la razón por la que usted la rescató?

-Pues sí. Empleo a Galeno como el narrador interpuesto. Ese pensamiento es lo que yo creo. Cuando una mujer en la historia ha llegado a altas cotas de poder, en esta historia que hasta hace muy poquito solo ha sido contada por hombres, muchas veces se la ha silenciado. Creo que es de justicia desde el siglo XXI, cuando construimos igualdad en el presente y hacia el futuro entre hombres y mujeres, también hacer esta igualdad. Por eso he hecho estas dos novelas de Julia. Ahora, preparo una serie de Movistar para hablar de las mujeres de la antigua Roma y rescatar a más que merecen ser conocidas. Se titulará El corazón del imperio.

-Sus sagas cuentan con miles de lectores. ¿Por qué nos siguen conquistando los romanos?

-Son nuestra cultura, de donde venimos, nos entendemos mejor si los entendemos a ellos. En esta novela hablamos de xenofobia, de eutanasia, de cáncer, de una mujer en un mundo de hombres y hasta de virus que se expanden y cómo intentamos luchar contra ellos. Fíjate si estoy hablando de una novela del siglo II o del siglo XXI. En la medida en que son nuestro origen y que muchos de los temas que todavía hoy día intentamos resolver, los encontramos ahí, nos atrae.