El grupo coruñés, emblema del Atlantismo y autor del clásico «Solución suicida», anuncia su regreso
18 feb 2020 . Actualizado a las 23:58 h.Es uno de los secretos mejor guardados del rock gallego de los ochenta. El grupo coruñés Viuda Gómez e Hijos empezó a la vera de los Dead Kennedys, difundiendo punk oscuro y desquiciado en en la primera mitad de la década. Terminó, a finales del decenio, facturando un brillante power pop que alcanzó su máxima expresión con Solución suicida, en 1987. Esa canción, que se conserva como un clásico coruñés eterno, simboliza todo lo que pudo ser y no fue, ya que el grupo se separó en los primeros noventa sin lograr el éxito total al que parecían predestinados.
Ahora, 28 años después de la disolución, la banda planea volver a los escenarios. Así lo anunció su vocalista Jorge Fernández quien, tras publicar una foto propia diciendo «calentando motores», colgó en sus redes sociales el logotipo del grupo con la indicación «back on stage» y el año en curso: 2020.
«Volvemos con la experiencia de ahora y la esencia de siempre», explica Fernández que ha reclutado a varios de sus viejos compañeros para «respetar al máximo lo genuino del grupo». La idea es volver a tocar los clásicos y también temas nuevos que ha compuesto Jorge durante este tiempo. «Yo de la música no me retiré nunca, solo me retiré de la escena pública. Mi esencia es el power-pop y el punk melódico», señala.
Este retorno, que se lleva mascando desde hace meses, está envuelto de secretismo. Por ahora no hay una fecha fija para que la banda suba al escenario, pero todo apunta a que será antes del verano.
Discografía corta
Durante su existencia Viuda Gómez e Hijos apenas editó un minielepé en para el sello Fonomusic: Completamente (1987). Ahí, mostrando su lado más pop, brillaba la citada Solución suicida. Además, aquel trabajo incluye temas como Demasiado pisoteados, Gorda o Psico.
Después, con la formación ya disuelta, el sello coruñés El Beasto editó un doble single titulado La viuda está de vuelta (2008), que recogía dos maquetas del grupo de 1983, en donde se reflejaba su lado más punk y desenfadado con temas como Funeraria Riazor o Me falta un diente. Más tarde, el que fuera batería del grupo Dani Puntas, lanzó No somos pobres viudas, sino viudas pobres (2011), un recopilatorio de maquetas perdidas y temas inéditos.