«Aguas oscuras»: Llevadme a casa, caminos rurales

eduardo galán blanco

CULTURA

Un apreciable filme de Todd Haynes, con Mark Ruffalo como protagonista, dentro del género de denuncia

29 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Todd Haynes, exquisito autor de Carol o de Lejos del cielo, desciende de las delicadas alturas de las enfermedades del alma para habitar en una West Virginia poco idílica, muy alejada del Take me Home, Country Roads que canta John Denver durante un par de secuencias de Aguas oscuras.

Los caminos rurales llevan de vuelta a casa a un elegante abogado ambientalista de Cincinnati, defensor de corporaciones poderosas; pero allí, en el pueblo donde fue un niño feliz, no se va a encontrar con la Madre Montaña ni nada parecido. Lo espera un gris y desolador paisaje, devastado por una fábrica de sartenes y otros adminículos de teflón que han contaminado el agua y el aire con un enigmático componente venenoso llamado con el sonido, casi un exabrupto obsceno, de PFOA. Metalenguaje y acrónimos casi siempre son armas cargadas de peligros.

La película está basada en el caso real de un leguleyo que olvidó sus comodidades y arriesgó salud y familia para ayudar a un viejo granjero devorado por el cáncer que fue el primero en denunciar la catástrofe ambiental de su entorno. Miles de personas enfermaron o murieron desde que en 1962 comenzaron los vertidos, que no cesaron hasta cuarenta años después.

Puede que Aguas oscuras no aporte muchas novedades al cine de denuncia americano, aunque es el mejor trabajo de Matthew Carnahan -Marea negra, La sombra del reino, Leones por corderos-, guionista especializado en escándalos sociales. Pero la película tiene sus valores, más allá del espíritu combativo. Mark Ruffalo, que también produce, deja a un lado su habitual rol cool, de tipo guapo con sex appeal, y engorda cual Robert De Niro para encarnar, de una manera más vulgar y menos heroica, a un protagonista ligeramente emasculado, metafóricamente hablando, claro. A su lado brilla también, con una gran composición, el secundario Bill Camp, granjero enterrador -«mi granja parece un cementerio de vacas»-, un personaje de poderosa tosquedad y realismo. «¿Quieres una medalla por ponerte del lado de los pequeños?», le espeta, insobornable en su mal carácter, al abogado mártir.

En fin, quizá nada sea demasiado nuevo o especial aquí, pero sí muy apreciable.

 

«AGUAS OSCURAS»

[«DARK WATERS»]

EE.UU., 2019.

Director: Todd Haynes.

Intérpretes: Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins, Bill Camp, Victor Garber, Bill Pullman, Mare Winningham.

Drama. 127 minutos.