Hallan un relieve policromado del siglo XV tras un retablo en la iglesia de Santa María en Betanzos

Dolores Vázquez BETANZOS

CULTURA

CESAR DELGADO

Un trabajo previo a una restauración permitió descubrir oculta una pieza que ornamentaba una sepultura que ha desaparecido

28 ene 2020 . Actualizado a las 20:13 h.

A principios del siglo XX se ocultó tras un retablo un relieve policromado de una anunciación, que decoraba lo que se presupone una tumba de alguien importante, en uno de los laterales de la iglesia de Santa María do Azougue de Betanzos. No había documentación escrita de esta obra y ha sido descubierta hace un mes cuando se inició el trabajo de restauración del retablo.Santa María do Azougue es una de las «joyas» del gótico gallego, tal como reconoció el párroco, Santiago Pérez, que explicó que el hallazgo se debe a un proyecto de restauración del retablo de San Pedro al entender que deslucía el conjunto.

Los especialistas de Techne SC descubrieron un arcosolio (término arqueológico que describe un hueco en arco que se utilizaba como lugar de enterramiento) con una Anunciación en donde posiblemente hubiese un sepulcro, que ha desaparecido. «Alguien dijo que en Galicia es el lugar que más Anunciaciones tenemos en los templos», reconoció el sacerdote que consideró que es un descubrimiento emocionante porque está sin catalogar.

CESAR DELGADO

La restauradora Milagros Martínez indicó que el relieve apareció durante la realización del proyecto sobre el estado de conservación del retablo barroco, realizado en 1744 por José Ibarra. Precisó que habían comenzado en diciembre, con andamios, a estudiar las patologías que tenía una obra que originalmente estaba ubicada junto al altar mayor y que ha sufrido varias intervenciones. «La sorpresa viene porque en el desarrollo del estudio al mirar la trasera para saber cómo se encontraba estructuralmente, porque tenía termita, al quitar los laterales apareció un arcosolio. No está ni estudiado ni catalogado y es importante porque forma parte de lo que sería el nicho de enterramiento, posiblemente del siglo XV», relató esta especialista que apuntó que «como no está estudiado todo son hipótesis, pero probablemente la iconografía de la anunciación tiene un paralelismo muy claro con unas que aparecen en San Francisco (un templo próximo también en Betanzos)».

CESAR DELGADO

«No se encuentra el sarcófago, posiblemente esté perdido, aunque podría ser alguno de los que se encuentra en el Museo das Mariñas«, apostilló indicando que lo que encontraron fue un arco ojival de estilo gótico, de hojas de clavos y decoración geométricas de circulitos en el que en la parte baja aparece el arcángel San Gabriel y la Virgen, y en la zona de arriba, pintura mural. Explicó que el que se haya salvado de la tendencia actual de piedra a la vista ha evitado que haya perdido la policromía, «pero este como tiene numerosas capas de encalado parece que en las catas sí aparecen restos de policromía», afirmó.

«La iglesia se inicia en la cabeza y después las naves, hay dos hipótesis, en este típo de enterramiento se hacen una vez terminada la iglesia por encargo de alguien importante, que decide enterrarse y construirlo, o cabe la posibilidad de que cuando se construya la iglesia alguien lo encargue, como es el caso de la iglesia de San Francisco donde los arcosoleos se construyen on un plan previo», informó la restauradora al mismo tiempo que indicó que la singularidad del descubrimiento es que es un «arcosolio en una iglesia que es bien de interés cultural, que no está estudiado y que forma parte de un taller que hubo en Betanzos de talla que fue muy importante del gótico y, además, que tenga todavía la policromía, en San Francisco están todos, pero están a piedra, y aquí puede que encontramos la pintura original gótica». 

El retablo no fue concebido para su ubicación actual, por lo que la restauradora indica que lo que se plantean ahora es conservar las dos obras, el arcosolio con la pintura mural y reubicar el retablo, para que ambos se puedan apreciar.

Los trabajos podrían realizarse en siete meses si se realizan la recuperación en paralelo, con un coste de unos 90.000 euros.

El sacerdote indicó que ahora están a la espera de la autorización por parte del Obispado, al que se le ha propuesto reubicar el retablo en donde está ahora el Nazareno, una imagen de los años sesenta, la más reciente con la de Fátima del templo.

Por su parte, la alcaldesa, María Barral, que participó en la presentación de este hallazgo reconoció que es una noticia fantástica «que viene a engrandecer el patrimonio gótico del que ya disfrutábamos y para nosotros ha sido una sorpresa maravillosa». «Esperamos que en el plazo más breve posible esté a la vista de todos los betanceiros y betanceiras y de los miles de turistas que nos visitan, y poder disfrutar de esta joya dentro de otra joya como es el Santa María del Azogue», comentó.