La Barrié traerá a Galicia el 12 de marzo la mayor exposición dedicada a la obra gráfica de Chagall

x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Detalle de dos piezas de la serie «Poèmes», fechada en 1968
Detalle de dos piezas de la serie «Poèmes», fechada en 1968 VEGAP, A Coruña 2020.-Chagall

La muestra reunirá en A Coruña un centenar de piezas que muestran la versatilidad del artista sobre el papel

10 feb 2020 . Actualizado a las 19:07 h.

Marc Chagall es conocido sobre todo por sus personalísimos óleos, coloristas y oníricos, entre los que se cuentan obras tan célebres como La novia o El violinista. Pero el artista también dejó patente su talento en soportes como el humilde papel: su obra gráfica adquirió una versatilidad y calidad que muchos críticos consideran sus litografías y aguafuertes entre los más singulares del siglo XX, superado solo por Picasso. Con el manejo de estas y otras técnicas de impresión Chagall fue capaz de llevar al papel su fantástico imaginario.

Esta faceta de Chagall como grabador será el eje de la exposición que le dedicará, entre el 12 de marzo y el 28 de junio, la Fundación Barrié en su sede coruñesa. Chagall. Fábulas y sueños es el título de una muestra que reunirá un centenar de piezas que permitirán no solo admirar de cerca el fabuloso universo artístico del creador, sino apreciar su interés por las técnicas de obra gráfica y su evolución personal. Una exposición que entronca, además, con otras anteriores en la Barrié con el denominador común del papel, como fue el caso de Trazos maestros, con dibujos de clásicos como Rembrandt o Rubens.

Organizada en colaboración con la colección italiana The Art Company, Chagall. Fábulas y sueños incluye series de alto interés como Las Fábulas, inspirada en las narraciones de La Fontaine. Fue un encargo del editor Ambroise Vollard que, en su momento, propició una considerable polémica en Francia. Chagall hizo honor a su fama de heterodoxo y sintetizó aquellas parábolas en una sola imagen, prescindiendo de su sentido pedagógico y la moraleja, prefiriendo centrarse en los aspectos más pictóricos. En este sentido, su contemplación revela el afán experimentador del artista, que se valía del barniz para lograr distintos efectos o de cepillos de púas, con los que creaba entramados de signos.

Madurez plena

La exposición mostrará otra serie destacada, Poèmes, 24 grabados en los que el pintor invirtió dos años de trabajo. 138 planchas de madera, en las que combina xilografía y colaje, dan como resultado una obra de madurez plena en el ámbito de la obra gráfica. Se trata, además, de una reflexión poética doble, ya que la fuente sobre la que trabaja Chagall son sus propios versos, superponiendo capas literarias y visuales donde se alterna lo sagrado y lo profano, lo autobiográfico y, cómo no, lo onírico. Cada una de estas piezas abre una ventana a la intimidad del pintor.

El interés de Chagall por la obra gráfica forma parte de su curiosidad creativa, que no se limitó al lienzo. La ilustración, la cerámica, los murales o el diseño de vidrieras fueron soportes en los que canalizó su arte a lo largo de su dilatada trayectoria. Nacido en la ciudad bielorrusa de Vítebsk en 1887, entonces parte del Imperio ruso, Chagall se afincó en Francia, con estancias intermitentes en Berlín o Estados Unidos. Trabajó hasta el último día de su vida, el 28 de marzo de 1985, cuando falleció en un ascensor, con 97 años, tras pasar el día en su estudio.