Canto de amor del dibujante Jack Mircala a su maestro Poe

Héctor J. Porto REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El sello Bululú edita un álbum con poemas y cuentos ilustrado

22 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Que Dios ayude a mi pobre alma». Dicen que fueron las últimas palabras que Poe pronunció la madrugada del 7 de octubre de 1849 antes de morir, cuando aún divagaba sobre si quedaba alguna esperanza para «un miserable» como él. Láudano y alcohol mantenían hace ya mucho tiempo su estado mental en una febril, delirante y brumosa excitación, y su apariencia física era la de un pobre vagabundo, perdido en sus alucinaciones. Estaba el escritor muy lejos de intuir lo que su obra y su influjo supondrían para la literatura: genios tan distintos como Kafka, Ryunosuke Akutagawa, Ambrose Bierce, Borges o Cortázar confesaron su admiración por un autor que, con su oscuro romanticismo, fue clave en el devenir de la literatura norteamericana y una referencia inexcusable por su talento en el relato corto.

Todavía en el 2019 Poe persiste en su embrujo entre las nuevas generaciones. No poco tuvo que ver en que el especialista en diseño de interiores y en diseño industrial Fernando Gómez (Madrid, 1968) dejase los gabinetes de arquitectura para convertirse en Fernando Jack Mircala, uno de los creadores más originales del panorama literario español y europeo. Con una técnica que mezcla escena teatral, recortables de cartulina y fotografía -un prodigio de tres dimensiones-, Mircala es hoy un ilustrador perfectamente reconocible cuyo universo encierra, si acaso, reminiscencias de su querido Tim Burton.

Pero donde más a gusto bebe Mircala es de las turbias fuentes de Poe. En el 2014 colaboró con el realizador Raúl García (exdibujante de los estudios Disney) en la confección de escenarios y esculturas para el filme de animación inspirado en cuentos de Poe Extraordinary Tales. Mucho antes, hace ya un decenio, había dedicado uno de sus trabajos a las mujeres del maestro bostoniano -Annabel Lee, Helena, Adeline, Sarah Helen Whitman, Frances Sargent Osgood, Ligeia, Letitia Elizabeth Landon... musas de sus versos más apasionados-, a las que recreó en las increíbles maquetas de cartulina con que ilustró Siniestras amadas. El libro recogía asimismo los poemas dedicados a una veintena de amantes, amigas y simples fantasías del escritor en su vertiente más «apasionada, sensible, doliente y frágil» de su particular «propensión necrorromántica».

Retomando en buena medida este proyecto, Mircala prosigue su homenaje y -de la mano del sello coruñés Bululú- edita un hermosísimo álbum ilustrado (Versos para musas) en que realiza una selección de 26 poemas y 4 cuentos. El artista madrileño compone un verdadero canto de amor al maestro Poe que incluye la traducción «con el corazón» de todos los textos en verso y en prosa.