La gallega Pilar Cancio gana el premio de pintura BBVA-Muface

x. f. REDACCIÓN /LA VOZ

CULTURA

Pilar Cancio, con la obra ganadora
Pilar Cancio, con la obra ganadora

La galardonada compagina el arte con la docencia en el Conservatorio Superior de Música de A Coruña

17 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la obra Los Campos (El tránsito de la niebla) la lucense Pilar Cancio ha obtenido el primer premio de pintura BBVA-Muface, dotado con 6.000 euros. El jurado eligió su propuesta entre las 121 presentadas al certamen, de las que las veinte finalistas pudieron verse en una exposición en Madrid.

Cancio reside en A Coruña, donde es profesora del Conservatorio Superior de Música. Durante años compaginó la docencia con conciertos en un grupo especializado en repertorio barroco. -durante la carrera se especializó en música antigua-. Aficionada desde niña a la pintura, esta disciplina ha ido ganando protagonismo en los últimos años, por lo que ha solicitado una reducción de jornada en el conservatorio para compaginar ambas actividades. Cancio afirma que con la pintura ha encontrado «otra forma de expresión más allá de la música». Sobre la obra galardonada, la artista afirma que «más que un paisaje en concreto», lo que ha querido plasmar son «los hilos emocionales que me conectan con determinados paisajes de la memoria».

En cuanto a la técnica, Cancio utilizó tinta china y lápiz para su propuesta. «Desde el inicio he trabajado con la acuarela y la tinta», explica. «El trabajar con agua tiene algo de imprevisible que me atrae, y es precisamente lo que la diferencia de otras técnicas», añade. «Siempre conlleva una parte de riesgo que queda en manos del camino que va tomando el agua sobre el papel. Conseguir las destrezas para retomar ese camino es lo que precisamente me gusta de esta técnica».

Los Campos forma parte de un proyecto titulado El tránsito de la niebla y que se apoya en «la memoria y el azar como elementos generadores», según la artista. La serie es un intento de fijar las imágenes que evocan esos paisajes de la infancia, buscando una conexión emocional y sensorial, donde entran en juego luces y silencios. «La tinta, en este caso, me resulta un medio puro, honesto, esencial a esa idea, solo tinta y agua detenidas sobre papel de algodón, sin distracciones de color».