«Nós»: Galicia, relato universal para el futuro

francisco prado-vilar

CULTURA

Composición con una de las ilustraciones de la revista «Nós» y otra de la Biblia Kennicott
Composición con una de las ilustraciones de la revista «Nós» y otra de la Biblia Kennicott

Francisco Prado-Vilar relaciona las figuras de Castelao y Joseph Ibn Hayyim, iluminador de la Biblia Kennicott, dos artistas que se vieron abocados al exilio

14 dic 2019 . Actualizado a las 15:12 h.

Dos personajes se entrelazan en torno a un árbol en una composición creada por un artista que se vio abocado al exilio y acabó muriendo lejos de su tierra. Esta frase serviría tanto para describir la viñeta dibujada por Castelao para la portada de la revista Nós, como la miniatura que Joseph Ibn Hayyim, el iluminador de la Biblia Kennicott, realizada en A Coruña en 1476, pintó para ilustrar la parashá Mishpatim (Éxodo: 21:2-6) que regula el tratamiento de esclavos. De esa forma de esclavitud que es el exilio regresó a Galicia hace un año A derradeira lección do mestre, la obra con la que Castelao captó la tragedia de un pueblo al que se amputa parte de su cultura y de su futuro.

Ahora, otro monumento del éxodo de nuestro patrimonio, la Biblia Kennicot, regresa también a su patria en el marco de la magnífica exposición Galicia: un relato no mundo comisariada por Manuel Gago en la Ciudad de la Cultura. Por primera vez en más de 500 años ese universo de casi mil páginas de pergamino vuelve a habitar la geografía y el paisaje monumental que inspiró algunos de sus folios como el que contiene el colofón con la firma del escriba Moses Ibn Zabara y el nombre de su dueño, el «admirable joven» Isaac, de A Coruña. Para enmarcarlo, Ibn Hayyim diseñó un lienzo imbuido por la poética del agua de este país atlántico, dándonos una visión cenital de un estanque de azul intenso animado por ondas que se expanden en espiral desbordándose para irrigar el pergamino. Al cielo ascendemos en otras páginas donde nos vemos inmersos en rosetones que evidencian la inspiración del artista en la más luminosa escenografía cósmica de Galicia -la fachada mateana de la catedral de Santiago, cuyos fragmentos pétreos, decorados con motivos que reflejan el acerbo multicultural de la península Ibérica, encuentran su continuidad en los dibujos del códice-.

Como se muestra en el mapamundi de Sawley, otra obra llegada a Galicia por primera vez para esta exposición, esta región de los confines de la tierra tiene un lugar central en el imaginario de la historia de la humanidad. Se creía en la Edad Media que el avance temporal de la civilización iba acompañado de un desplazamiento hacia occidente. Todo comenzó en el este, donde estaba el paraíso terrenal, y todo habría de acabar en el oeste, donde, en el mapa, se dibuja la catedral más grande del mundo y a su lado un nombre, Galicia. La fachada monumental de este reino del final de los tiempos era el pórtico de la Gloria. Cuando el visitante entraba en el nártex mateano, cuatro ángeles, como los que rodean el mapa de Sawley, contemporáneo del Pórtico, descendían sobre él para anunciarle que el final de su camino era también el final de la Historia.

Pero esta es una historia sine fine. La inauguración de esta exposición coincidió con el 99 aniversario de la publicación del primer número de la revista Nós donde se recogen los anhelos de una generación que todavía resuenan en el presente:

«É a ansia qu’oxe sinte Galizia de vivir de novo, de volver ó seu ser verdadeiro e inmorrente, a evidencia luminosa do mañán, o que nos fai saír…. Endexamais foi meirande a nósa autividade creadora. Nós ven a recoller todos ises esforzos d’integración da Patria galega no seu xa rico polimorfismo». 

Marco de reflexión

Al concluir el recorrido por esta muestra, que ofrece un marco de reflexión para imaginar un Xacobeo que debe servir de plataforma para ponenciar el talento y la creatividad, libre de los lastres que truncaron los proyectos de aquella generación de soñadores hace un siglo, y de generaciones posteriores, se pone de manifiesto que la historia de ese reino es un relato todavía por construir. Como escribió Castelao al final del diario de su viaje de estudios por Europa:

«Xa me vou pr’a miña Terra. Alí todo estará por faguer; mais alí non está esgotada ningunha posibilidade. Galiza pode sere o que foi e ainda máis do que ten sido. Todo depende da vontade dos seus fillos».