César Brandon: «Al principio me arrepentí de ir a 'Got Talent', ahora estoy muy orgulloso de haber participado»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO

CULTURA

XOAN A. SOLER

El autor de origen guineano publica su tercer libro «Akeva», donde habla «sin ningún tipo de miedo ni complejos»

06 dic 2019 . Actualizado a las 21:22 h.

Akeva. Una historia intrascendente por si no vuelves a saber de mí (Espasa) es el tercer libro de César Brandon (Guinea Ecuatorial, 1993), que con sus poemas se convirtió en el ganador de la tercera edición del concurso televisivo Got Talent. Se trata de su trabajo más emotivo en el que, articulado como un diario, ofrece la visión que del mundo tiene Agosto, una joven que no aceptó el nombre que le dieron. Ayer, César Brandon estuvo presentándolo en Santiago.

—«Akeva» significa gracias en su lengua materna. ¿Por qué este título para su tercer libro?

—Tenía ganas de agradecer a todas las personas que han formado parte de mi vida hasta este momento, a mi familia, a toda la gente que después del programa de televisión me ayudó a llegar hasta donde llegué y a todos los lectores. Pero, en el momento en el que escribí el libro, era «Una historia intrascendente por si no vuelves a saber de mí» porque era para mí una especie de despedida porque no sabía si iba a seguir escribiendo o no.

—¿Aún tenía temor a que fuera su último libro?

—Lo tenía, pero ahora ya no lo tengo porque sé que no será el último, pero sí hubo un momento cuando lo estaba escribiendo que sí que lo tenía.

—Después de la buena acogida de «Las almas de Brandon» y «Toda la felicidad del universo», ¿ve este nuevo trabajo como una reválida?

—Para mí Las almas de Brandon era una especie de grito porque al ser un libro que autoedité yo, era un libro que iba vendiendo en la calle, incluso regalando a la gente... Al final, conseguí llegar a la gente gracias a la televisión. Era ese grito, por eso era tan caótico. Por eso tiene relatos de todo tipo porque nunca sabía quién podía encontrárselo. Después, Toda la felicidad del universo era, de alguna forma, un susurro, porque era el libro que venía después de la expectativa [del programa Got Talent], de qué va a pasar ahora, con los miedos, la ansiedad de no saber... Era un hablar bajito y querer contar una historia un poco diferente. Si el primero era un grito y el segundo un susurro, este tercero es encontrar mi voz y hablar sin ningún tipo de miedos ni complejos.

—Una voz que transmite, esta vez, a través de una mujer, la autora del diario.

—Al principio no estaba premeditado de que fuera una mujer. La decisión fue a medida que iba escribiendo y que iba encontrando cada relato que quería poner, las ideas y los mensajes que quería transmitir. Es un libro que habla, sobre todo, de injusticias políticas, sociales, de la visión que tiene esta persona hacia el sistema en el que vive, su país, la cultura y su familia...; y yo siempre he creído que las mujeres, además de tener los mismos problemas que los hombres, tienen otros añadidos. Entonces, para mí era muy importante no solo contar los problemas de un hombre, que son los mismos de una mujer, sino los problemas añadidos que tienen las mujeres, que son muchísimos. Entonces, desde la voz de esta chica podía contar todas esas historias.

—Una chica, Agosto, que no es su nombre porque no lo aceptó. ¿Tiene relación con la sociedad actual en la que etiquetamos todo y después es complicado deshacerse de ellas?

—La idea me surgió al principio después de leer una cita de Crátilo sobre la justicia que le hace el nombre a las cosas y si las representa. Pero también que ahora vivimos en el mundo de las etiquetas, que ahora queremos como encarcelar todo, conceptuarlo todo. La idea era esa, que una persona sabiendo lo que es, no acaba de aceptar un nombre que ella considera que no es correcto para ella.

—En la voz de Agosto, ¿cuánto está de César Brandon?

—Muchísimo. La mayoría de mis historias son historias de ciencia ficción pero basadas en hechos reales, cosas que me pasaron a mí, a amigos míos, a mi familia, historias que conozco y que cuentan la situación de un país. Es 100 % yo solo que utilizando la voz de esta chica, de Agosto.

—Hace poco más de un año afirmaba que la poesía consiste en desnudarse y decir la verdad. ¿Hasta qué punto lo ha hecho en este caso?

—Me he quedado sin nada de prenda. Ya no llevo nada. Para mí eso sigue siendo lo más importante. El hecho de escribir para mentirse a uno mismo no serviría de nada. Estarías no solo engañando al lector, sino a ti mismo. En este libro hay mucho de lo que considero que es la verdad y de historias que hay que contarse.

—En el libro escribe que «la ignorancia es la única guerra en la que se puede vivir sin tener que elegir un bando».

—La frase viene inspirada por toda la situación política que se vive, no solo en el país del personaje, sino en todas partes. Lo estamos viendo aquí en España, en todo Occidente... El hecho de que todo está tan polarizado que tienes que estar en un sitio o en otro, no puedes estar en ningún sitio. Al fin y al cabo si eres una persona que no sabes nada, al final no eliges bando, un sitio al que pertenecer.

—También dice: «Lo siento, creo que, además de morir de muerto se muere un poco cuando se descubre que has estado durmiendo con un desconocido que creías conocer despierto». ¿Le pasó muchas veces?

—Vivimos con ellas. Se puede relacionar con el sentido romántico y eso de que no conoces a tu pareja, pero yo creo que es en todo y se puede llevar a las situaciones políticas o culturales, que, al fin y al cabo, crees que estás con una persona, pero no acabas de conocer a la gente que tenemos cerca.

—¿Cambió mucho César Brandon de ese libro que autoeditó al de ahora?

—César la persona sigue siendo el mismo, el mismo chaval que siempre intenta decir la verdad en la literatura. Pero sí que creo que ha habido un crecimiento personal y a la hora de trabajar y de tener mucho más respeto hacia la literatura y las cosas que escribo.

—¿Le da más miedo ahora escribir?

—Me daba más miedo a la hora de publicar el segundo libro porque para mí era el libro de las expectativas después de haber salido en la televisión y haber venido tantos libros. Pero ese miedo ha quedado completamente superado, ahora tengo muy claro que quiero hacer. Este tercer libro me gusta decir que es un libro libre.

—Dice que ahora tiene claro lo que quiere hacer.

—Escribir, está claro. Quiero dedicarme a la escritura al cien por cien y contar historias independientemente del formato o el estilo literario que elija. Desde pequeño quería escribir. Siempre ha sido un sueño mío.

—En «Got Talent» ganó con poesía, ¿es una demostración de que tiene aún mucho hueco en la sociedad actual?

—Para mí, la poesía siempre ha tenido hueco, simplemente que, de alguna forma, se hizo muy introvertida. La poesía se convirtió en algo que la gente quería proteger y vivíamos en un momento en el que a la gente le daba vergüenza decir que leía poesía, que escribía poesía porque directamente te asociaban con ser muy débil o muy sensible; y la gente no quería eso. Sin embargo, la poesía es completamente lo opuesto, es pura fuerza, pura pasión. Ahora, gracias a la democratización que han dado las redes sociales, al cambio en el lenguaje que se utiliza a la hora de escribir, los versos libres..., la gente se ha animado muchísimo. Lo que antes se escondía ahora ha despertado de alguna forma. Yo creo que la poesía ha perdido el miedo, ha salido de las casas y de los cajones. La gente ha abierto el cajón de la poesía.

—¿Qué ha significado para usted «Got Talent»? ¿Pensó alguna vez qué hubiera pasado de no presentarse?

—Sí, lo he hecho. Hubo un momento, justo después de haber salido, sobre todo el primer año, que estaba bastante arrepentido de haber ido porque entré prácticamente en una depresión por muchas cosas y el hecho de no ser capaz de lidiar con algo que no estabas esperando y que, al mismo tiempo, tampoco buscabas. Ahora echo la vista atrás y no puedo estar más orgulloso de haber ido al programa porque se portaron súper bien y aprendí muchísimo.

—¿Fue muy difícil tomar la decisión de participar?

—Sí, fue muy complicada. Incluso hubo un momento que decidí que no iba a ir porque no quería que mi trayectoria literaria pasase por la televisión, pero al final era una ventana que vi y dije que iba a aprovecharla. Estoy muy orgulloso de haber participado en Got Talent.

—Ya hay próximo libro a la vista.

—Sí, saldrá el próximo año. Tengo ya dos escritos.