Antonio Manzini, Carlos Busqued y Emma Pedreira ganan el San Clemente

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Emma Pedreira, Carlos Busqued y Antonio Manzini, ganadores de los premios San Clemente
Emma Pedreira, Carlos Busqued y Antonio Manzini, ganadores de los premios San Clemente nuria cancela / edutecne / kicca tommasi

Alumnado de doce centros educativos, la mitad de ellos de otros países, actuó como jurado del premio literario

20 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«É un xurado que nos sorprende, con liberdade total». Y, en esta vigesimoquinta edición del premio San Clemente Rosalía-Abanca, lo ha vuelto a hacer. Alumnado de Bachillerato de doce centros educativos -seis de ellos de otros países- ha elegido al italiano Antonio Manzini, al argentino Carlos Busqued y a la gallega Emma Pedreira como los ganadores en las categorías de novela extranjera, castellana y gallega, respectivamente.

La novela Besta do seu sangue (Xerais), de Emma Pedreira, se impuso a Natura, de Iolanda Zúñiga, y As Ramonas, de Ana Cabaleiro, en la categoría de lengua gallega. El jurado destacó que la autora establece en esta obra un «férreo vínculo entre a tradición popular, sumamente marcada polo medo ao Lobishome, e plantexamentos concretos propios da sociedade actual, como é o límite dual da identidade segundo o sexo». Una línea sobre la que Pedreira «tece un prototipo de plantexamento social renovador nacido da reivindicación da identidade popular».

Por su parte, la importancia de la narración del asesino para entender la profundidad de su mente, así como la fluidez narrativa que facilita la lectura y «la realidad de los hechos que nos ayudan a comprender y juzgar nuestra propia realidad despertando en cada uno de nosotros diversos dilemas éticos» fue lo que conquistó al jurado de la obra Magnetizado (Anagrama), de Carlos Busqued. La novela del escritor argentino superó a Fractura, de Andrés Neuman; y a Feliz final, de Isaac Rosa.

Tres novelas «óptimas» -7-7-2007, de Antonio Manzini; La mujer del pelo rojo, de Orhan Pamuk y Un caballero en Moscú, de Amor Towles- competían en la categoría de lengua extranjera, pero el jurado se decantó por la obra del autor italiano editada por Salamandra por la «profundización psicolóxica das persoas, especialmente no protagonista», así como el retrato social que ofrece de Italia.

Jurado de alumnos

El jurado de estos premios impulsados estuvo formado por estudiantes de seis centros gallegos. Además de instituto impulsor, el IES Rosalía de Castro, formaron parte el Ramón Cabanillas de Cambados, el Francisco Daviña Rey de Monforte, el Blanco Amor de Ourense, así como los también compostelanos Xelmírez II y Pontepedriña. A nivel internacional, para la categoría de lengua castellana, participaron estudiantes de Londres (Inglaterra), Vannes (Francia), Gelnhausen (Alemania), Chicago (Estados Unidos), Santa Comba Dão (Portugal) y Moscú (Rusia). «O que fai diferente a este premio é un xurado xoven, independente, libre, que sempre nos sorprende porque non é o que esperabamos como resultado», destacó Ubaldo Rueda, presidente de la Asociación Cultural IES Rosalía de Castro y uno de los impulsores de este certamen literario. En ese sentido, recordó la «liberdade total» de los estudiantes. En este aspecto incidió el director del centro compostelano, Xavier Mouriño, calificando a los miembros del jurado como «lectores limpos e non contaminados, sen prexuízos», una cuestión que valoran todos los escritores cuando asisten a recoger el galardón.

Por su parte, el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, recordó que el San Clemente es «un dos premios que lle dá nome á literatura non só en Galicia senón tamén máis alá dos nosos territorios». Incidió en que se trata de un certamen que coloca a la literatura gallega en pie de igualdad con la creación en otras lenguas y, además, pidió al alumnado que no olvide que proceden de «unha cultura e unha lingua propia». El certamen, cuyos premios está previsto entregar entre marzo y marzo, cuenta con el apoyo de Abanca. El director de zona de Santiago, Ramón Mariño, mostró el «orgullo» de aportar un grano de arena a esta iniciativa.