La OSG estrena obra del finlandés Kalevi Aho

antón de santiago

CULTURA

Sobre fondo orquestal del reconocido sinfonista, los instrumentos solistas dialogan

11 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Programa variado el cuarto de abono de la OSG, con dos obras que interpretaba por primera vez, una de ellas estreno. Dirigió el británico Rumon Gamba (1972). De Gustav Holst (1874-1934), The Perfect Fool, música para ballet derivada de ópera paródica de igual título. Enunciados elocuentes: Danzas de los Espíritus de la Tierra, de los del Agua y de los del Fuego, previa evocación feérica. Todo un programa descrito con oficio instrumental, que muestra con variedad tímbrica y diseños rítmicos la sugestión del mensaje.

De esta pintura descriptiva se pasó a la abstracción colorista del Concierto para dos fagotes y orquesta, del finlandés Kalevi Aho (1949), presente en la sala. Sobre fondo orquestal del reconocido sinfonista, lleno de originales combinaciones tímbricas, los enjutos instrumentos solistas dialogan, disputan, juegan, ensamblan y disuenan, siguiendo la pauta de sus múltiples voces desde la redondez lírica como para Donizetti, el scherzando del aprendiz de brujo, los registros severos del bajo profundo y los cómicos del bajo bufo. Dos solistas impecables como el holandés Bran Van Sambeer, impulsor del encargo, y Steve Harriswangler, principal de la OSG, le dieron el relieve necesario. En las dos obras orquesta y solistas atendieron la temperamental guía del director. Aho recibió aplausos del público. Hubo singular propina, fiesta de fagotes: un arreglo de Harlem nocturne para cinco fogotes y dos contrafagotes. Gustó.

El romanticismo más acendrado llegó con Héctor Berlioz (1803-1869) y su Escena de amor de Romeo y Julieta. Obsesivo y nostálgico enamorado, tuvo siempre presente a su amada Henriette. Las ideas musicales, tan inspiradas, van del lirismo a la obnubilación, de la excitación al suspiro, en alas de un entramado orquestal sumamente sugestivo. Formidable ejecución. Cerró la Rapsodia española de Maurice Ravel (1875-1937), savia española y charme francés. Gran muestra de orquestación, colorido armónico y contoneo rítmico: nocturno inicial, danzas de raigambre como la malagueña y la habanera, y, en Feria, la hábil combinación del fandango y la jota. Orquesta, solistas y director alcanzaron de nuevo grandes cotas de brillantez.