«El silencio de la ciudad blanca»: En serio, ¿alguien se la cree?

miguel anxo fernández

CULTURA

Pese a su oficio, Calparsoro no puede salvar la historia por culpa de su pésimo guion

03 nov 2019 . Actualizado a las 09:58 h.

Calparsoro no es culpable de que le hayan vendido un truño por guion, con todos los respetos hacia quienes adaptaron la novela de Eva García Sáenz de Urturi. Luce buen oficio y hasta puede que intentase mitigar el desaguisado. Esa manía de pretender homologarse al thriller estadounidense e incluso al nórdico, cuando es más fácil y cómodo filmarlo al modo ibérico, léase respetando los trazos singulares de los personajes, dando sentido a los ambientes -y no sacarlos porque sí o porque dicen bonitos-, tejiendo tramas con la suficiente aura autóctona y en los diálogos renunciar a la impostura y apostar por los giros propios. Qué quieren que les diga, pero si alguien se cree la cópula en un portal entre la comisaria Rueda y el inspector Rey, que se lo haga mirar. Por cierto, cacho columpiazo lo de darle a ella ese papel, una señora que pese a la tira de años con su marido ¡ignoraba que se teñía para disimular que era pelirrojo! Toda una oficial policía… Y no hagamos más sangre, que luego nos reprochan excesiva severidad hacia el cine español.

Se trata de rigor, señores. El silencio de la ciudad blanca va de thriller a lo Seven, con perdón, aunque seguro que Calparsoro es el primero en distanciarse de David Fincher, pues cada uno a lo suyo. En fin, que todo pasa muy rápido, como si el ritmo consistiese en ir acelerados. Los personajes son simples, vaciados por dentro, y algunos incluso tienen cara de acidez crónica de estómago. Quienes conocen la novela están que trinan, pero en eso la razón está con la película, pues a fin de cuentas es criatura distinta. Anda por ahí un tarado sembrando el paisaje de crímenes rituales que cuesta digerir. Además por pares y en cueros. Llega un momento en que desde la butaca no te explicas cómo no lo trincan a la media hora. En fin, la producción es de notable en cuanto a localizaciones y los actores hacen lo que pueden. Hasta luce un buen empaquetado formal. Pero si lo que viene dentro está caducado, poco que hacer. Con lo fácil que habría sido cuidar el guion y, por ejemplo, a Belén asignarle otro papel.

«EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA»

España, 2019.

Director: Daniel Calparsoro.

Intérpretes: Belén Rueda, Javier Rey, Aura Garrido, Álex Brendemühl, Manolo Solo, Cándido Uranga, Ramón Barea.

Thriller.

110 minutos.