El proyecto de conservación preventiva y restauración del pórtico ha sido liderado conjuntamente por la Fundación Barrié —que también ejerció el mecenazgo exclusivo— y la Fundación Catedral, con la coordinación técnica del Instituto del Patrimonio Cultural de España y la supervisión de la Xunta. La actuación se hizo acreedora de la distinción en la categoría de conservación por ser un «ejemplo muy destacado de conservación y cuidadosa recuperación de escultura en piedra policromada en una obra de fundamental importancia en la escultura románica», según el fallo del jurado.
El proyecto tuvo una duración de doce años. Una primera fase desarrolló varias líneas de investigación que incluyeron los análisis de la policromía, las condiciones ambientales o la experimentación de tratamientos químicos o de láser. Con este conocimiento en profundidad de la obra y su estado de conservación se pudo redactar un plan de conservación preventiva y una propuesta de intervención. También se abordaron los elementos que contribuían al deterioro del pórtico y los factores de degradación.